No tienes que elegir entre verte espectacular y pagar la renta o salir a tu restaurante favorito. Mientras que es importante elegir con cuidado los productos que pones en tu piel, algunos trucos te ayudarán a hacerlo bien sin quedar en bancarrota.
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Dales un doble uso
Hace unos días intentaron venderme un lápiz labial, y el blush en crema de exactamente el mismo tono. Gracias, pero si es una crema del mismo tono, igual puedo ponerme labial en las mejillas y difuminarlo, ¿no? Tampoco necesitas sombras y delineador negro: puedes humedecer una brocha para aplicar las sombras para delinear, o aplicar una línea gruesa de delineador y difuminarlo muy bien para que quede como sombra.
Sombra aquí y sombra allá
Elige las paletas de sombras inteligentemente: en vez de comprarlas por separado, busca un trío que tenga colores que vayas a usar. Además se pueden mezclar para obtener tonos nuevos.
El tamaño sí importa
Tú sabes cuáles son tus productos de batalla (humectante, no salgas con nadie, porfa) y esos debes comprarlos en el tamaño más grande que puedas. Pero si es un color de tendencia, mejor opta por una presentación mini. A lo mejor sale más barato a granel pero, ¿cuántas veces te pintarás las uñas de verde neón? Exacto.
Compra en la farmacia
Si tu piel es difícil (alergias, manchas, etcétera), seguramente sabes que los productos especiales pueden ser muy caros. Antes de elegir uno que no puedes pagar, date una vuelta por una farmacia, ahí encontrarás líneas especializadas y de muy buena calidad. Aprovecha también tus viajes (o los de tu mamá) para comprar en el Duty Free, tus productos favoritos tienen presentaciones especiales para viajeros que salen mucho más baratas.
Prepara tus pociones
Nuestras abuelitas no tenían acceso a “tanta cosa” y aun así sabían arreglar una piel grasa, hacer desodorante y reparar un cabello dañado. Aprende recetas de mascarillas y remedios caseros (tenemos muchos aquí y en Sabrosía que pueden ayudarte) y verás que a veces la solución está en tu cocina. Alarga tus pestañas con aceite de oliva, prepara mascarillas... no necesitas comprar todas esas cosas.
Sólo recuerda no escatimar en lo que te pones diariamente: la base y el humectante deben ser, si no de marca, sí de muy buena calidad. Una alergia puede salirte muy cara.