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Investigadores descubren planta que se “disfraza” en la selva valdiviana

La trepadora leñosa Pilpilvoqui, conocida como Boquila trifoliolata, puede imitar el color y la forma de varias plantas.

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“Repentinamente vi la hoja de un arrayán y otra hoja parecida entremedio, y me pareció raro que tuviera un tallo tan delgado. Resultó que era de la boquila. Es fácil de reconocer la boquila por sus tres foliolos (partes en las que se divide el extremo de la hoja), pero en este caso eran muy parecidas, no réplicas exactas, pero muy similares a las del arrayán”, explica Gianoli.

Entusiasmado por el hallazgo, el investigador buscó más boquilas y se dio cuenta de que la boquila era capaz, no solo de imitar las hojas del arrayán, sino a otras plantas.

“Era una imitadora de sus hospederos, y no lo hacía solamente con una especie, podía imitar a varias al mismo tiempo, algo inédito. Cuando volví a contarles a mis alumnos no me creyeron”, agrega Ernesto Gianoli.

Para el investigador este descubrimiento trae más preguntas que respuestas. Es la primera vez que se observa algo similar en el mundo y solo ha sido observado en un sector del Parque Nacional Puyehue, al sur de Chile.

“No tenemos registros de casos parecidos en el mundo, ni siquiera de animales, por ende es difícil aventurar respuestas a un fenómenos que aún está por explicarse. De igual forma manejamos dos hipótesis. La primera es química: si muerdo una planta y el olor le llega a una vecina que no está siendo atacada, cuando lo percibe levanta la concentración de sus defensas. Los olores modifican la expresión de la planta, pero no sabemos cómo puede modificar la forma de ella y parecerse. Otras veces imita a una especie que no está tocando y aún así la copia. Otra posible respuesta es que sea un microorganismo que está siendo un vector de material genético desde el árbol a la boquila mediante transferencia horizontal de ADN. Un hongo, virus o bacteria que controla o logra hacer copias del ADN del árbol y luego infectar a la boquila, tomaría el control, al menos parcial, del desarrollo de la hoja”, explica Gianoli.

El descubrimiento pasó inadvertivo por varios años, hasta la publicación de la investigación en la revista científica Current Biology.

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“Sabemos que la mimesis de la boquila está asociada a evitar la herbivoría, y que lo hace como ninguna otra planta en el mundo”, señala Fernando Carrasco-Urra, estudiante de doctorado en Ciencias Biológicas mención botánica de la Universidad de Concepción y coautor de la investigación.

Fernando confiesa que un principio se consideraba “poco creyente en lo que podíamos lograr, pero al paso del tiempo me convencí de lo que podíamos conseguir. Al principio me sorprendió la sonoridad e impacto del artículo, pero me parece bueno para que la gente conozca y valore un poco más la naturaleza que tenemos en el país”.

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