Casi tan importante como el contenido que estudiamos en la escuela, es el lugar donde lo hacemos. Como ya lo habíamos comentado, hasta el lugar en el que te sientas influye mucho a la hora de concentrarte, lo mismo a la hora de estudiar y de aprender en general. A todos nos ha pasado, tenemos un lugar consentido para sentarnos a estudiar o quedarnos sin dormir para terminar ese ensayo de 20 cuartillas.
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De acuerdo a la psicóloga Jacqueline Vischer, hay various tipos de características con las que nuestro lugar de estudio debe cumplir y estas son físicas, funcionales y psicológicas. Razón clave por la que aunque a tus amigos la biblioteca les parezca un lugar idóneo, quizás tu trabajas mejor en la mesa ancha junto a los jardines grandes. Todos necesitan algo diferente a la hora de estudiar, por lo que tenemos algunos consejos para que modifiques tu entorno y aprendas mucho mejor (y más rápido incluso).
Reduce el ruido:
Te causa fatiga y puede disminuir tu productividad hasta en un 66%. Por eso los lugares abiertos para estudiar son un tanto problemáticos. Si sigues prefiriendo los jardines o los parques, no olvides llevarte unos audífonos y una buena dotación de música instrumental, porque la que tenga letra te distraerá. Lo mejor es que puede ser aplicado a muchas áreas de estudio, incluso si son en movimiento. (No aplica para viajes en bici).
Busca un espacio que sea tuyo
Donde puedas abrir la ventana si te da calor, invitar a tus amigos a estudiar, o prender la lámpara si la luz te resulta incómoda. Tu cuarto podría no ser el mejor lugar, porque si algo está fuera de lugar, o la cama se ve muy cómoda, seguro tu atención se desviará. Estar en control ayuda a que estudies mejor, pero no tengas demasiado control que te impida hacerlo.
Ten todo listo
Todo el material que necesitas para estudiar en un solo lugar, y no me refiero sólo a tus libros, apuntes, computadora e internet. También agua, un dulce o chocolate para darte una que otra recompensa conforme avanzas, el control del aire acondicionado, ventilador o la calefacción para que te sea confortable el lugar, o un suéter por si decidiste de todas maneras regresar al parque a estudiar. Ah y por supuesto, el buen termo de café para cuando las cosas se pongan densas.
Nota tu estado de ánimo
Como a todos, hay lugares que tienen un impacto más positivo en tu estudio que otros. Por lo tanto, piensa: ¿Dónde te concentras mejor y por más tiempo? Y, ¿Dónde encuentras más distracciones y qué tan grandes son? Aunque sigas yéndote al jardín, es siempre un factor importante a considerar. En algunos lugares, nuestros cerebros “fluyen” mejor y durante mucho más tiempo.
Pero esto depende de cada persona, y si me preguntas, también de la materia a estudiar. Mientras que materias como matemáticas, física o cualquiera que involucre resolver problemas se estudian (y se comprueban) mejor en grupo, chica es imposible estudiar literatura en equipo.
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Guarda tu celular
Computadora, o cualquier otro instrumento de comunicación, porque no hay enchufes en el jardín son tu mayor distracción. Si sientes mucha desesperación por estar incomunicado, siempre puedes poner “horarios” para revisarlo (checarlo cada tres segundos no hace que te manden más mensajes).
Con estos simples tips, puedes hacer la hora de estudiar mucho más placentera y sencilla, quizás hasta más rápida. No le temas a los finales, aprende mejor y guarda más conocimiento (que al final es lo valioso, no el 100 en el examen).
Fuente: Hackcollege