Ah, el mundo de las oficinas. Es un verdadero microuniverso cultural el que te puede causar un gran shock. Más si llevas un tiempo trabajando como lobo solitario, o si acabas de salir de la universidad, levanten la mano si les ha pasado.
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Algunos pasamos de casi hablar con la lámpara, a convivir diario con un montón de personas con quien es necesario llevarse bien, mantener la civilidad y si es posible, no golpear a nadie hacer nuevas amistades.
1. Ser la nueva
Ser el nuevo siempre es complicado. Hay que mediar ese delicado balance entre ser agradable, buena persona y a la vez dejar claro que no eres el tipo de persona del cual la gente se puede aprovechar. Es un proceso delicado, cualquier falla de cálculo puede complicarse en comer sola en el comedor, quedar como la gruñona o la persona buena gente de la que todos se aprovechan.
Tip: Sé amable, pero aunque seas nueva deja claros tus límites. Es decir, que cualquier cosa que te soliciten tiene que ser con tiempo, que tu punto de vista vale y aunque estás aprendiendo, en poco tiempo serás una pieza clave para el equipo. Claro, es innegable que habrá días duros de quedarte hasta tarde y trabajar en equipo, pero sólo cuando sea necesario.
2. El que te pide las cosas de último minuto
Casi siempre, el día que tienes más prisa, esta persona llega justo 5 minutos antes de tu hora de salida. Siempre se le agrega a que casi siempre cree que su trabajo es más importante que el tuyo, pero necesita que le hagas favores, ¿Si me lo puedes tener para hoy?, casi l@ escucho decir . Hay que saber poner el límite. Cuando no respetas tu hora de salida, la verdad es que nadie más lo hará por ti.
Tip: A la primera ponle claras las reglas del juego: Mira, esta vez lo voy a hacer porque quizás no tenías presente mi hora de salida, pero a la próxima si no me dices con tiempo, tendrás que esperar al día siguiente. Es difícil que la gente adivine de las reglas de tu juego si no se las dices, ¿No crees?
3. Tu compañero o jefe te coquetea
Es una situación sumamente incómoda, sobre todo si de tu lado no hay atracción o hay políticas severas de la empresa sobre salir con colegas, o quizás lo quieres sólo como colega. En esto depende mucho de dónde venga. Si es de tu jefe hay que tener cuidado, porque no sólo están los malentendidos también están las represalias como más trabajo, o que te haga quedarte hasta tarde.
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Tip: Si te sucede, puedes ceñirte a que eres una persona muy profesional y no sueles salir con las personas con las que trabajas. Si las insinuaciones ya rayan en el acoso, comunica que estás en desacuerdo, mantén un registro y busca un confidente en la oficina, en caso de que necesites revisarlo con recursos humanos en algún momento.
4. Tener un némesis
Las oficinas son así, a pesar de que toda tu vida hayas sido una persona pacífica, es probable que encuentres a alguien a quien no le caes bien. Pueden haber muchas razones o ninguna, pero es esa persona siempre se fija en el reloj cuando llegas y cuando te vas, que siempre señala en público tus errores o que trata de hacerte quedar mal con todos, en especial con tu jefe.
Tip Bien dicen por ahí que el mejor remedio a estas situaciones es el amor (en serio). No vas a llegar a ningún lado jugando al mismo juego con esa persona. Mejor trata de ver lo bueno en él o ella y busca una manera de ganarlo como aliado. Te puede sacar de muchos apuros.
5. “Hay que dividir la cuenta”
Quizás no es exactamente en la oficina, pero es relacionado. Cuando sales a comer a un restaurante, y al final alguien propone dividir la cuenta entre todos. Esto te resultará sumamente incómodo si tu presupuesto era limitado, no estuviste ordenando bebidas o quizás eres vegetariano. Todas estas razones pueden significar que tu cuenta siempre será mucho menor que la de los demás (una vez me iba a tocar pagar casi el doble de lo que consumí).
Tip: Habla con calma con el organizador y explica tu situación. En todo caso pueden sacarte del acuerdo, o determinar que cada quien pague su consumo.
La vida laboral puede ser muy dulce si la sabes manejar de la mejor manera. No pierdas de vista los detalles que hacen la diferencia.
¿Qué otras situaciones incómodas les ha tocado vivir en su área de trabajo y cómo han lidiado con ellas?