Desde diciembre de 2013 que en Casanare, Colombia, que las temperaturas oscilan entre los 40 y 45 grados. Las temperaturas extremas, unidas a las petroleras que secan los pozos, han provocado una terrible sequía que ya a acabado con la vida de 20 mil animales silvestres y domésticos.
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El impacto ha sido tan fuerte que la Gobernación está estudiando si declara una emergencia ambiental. De hacerlo, significaría que se harían obras de mediano plazo como perforación de pozos profundos con equipos de bombeo para abastecer de agua. Pero el problema no es de falta de pozos sino de una reserva forestal suficiente.
“Habrá más sequías y más lluvias extremas. Las regiones que tengan en mejor estado sus coberturas naturales (como bosques, selvas, entre otros) podrán resistir mejor estos impactos porque ayudan a regular el agua y los suelos”, explicó Adriana Soto, ex viceministra de Ambiente y experta en adaptación al cambio climático.
Esta situación podría haberse evitado si no fuera porque Casanare ha tratado a los humedales de una manera absolutamente irresponsable, ya que los han drenado sin tener en cuenta alguna posible catástrofe como esta.
Lamentablemente, la falta de bosques y selvas han empeorado la situación de Casanare, y la única solución para evitar futuras sequías sería reforestar el lugar. De otra manera, por más pozos que se construyan, será una tarea casi imposible afrontar el drástico cambio del clima pues no habrá reservas hídricas suficientes en tiempos de calor ni coberturas naturales que guarden el agua durante tiempos de lluvia. Así, seguirán muriendo 20.000 animales silvestres y miles más.
Fuente: Miles de animales mueren de sed en las llanuras del Casanare
