Consejos para secar hierbas

Nada como cocinar con hierbas frescas, directamente sacadas del huerto, pero esto no siempre es posible. Si tienes algunas plantas aromáticas y quieres preservarlas para su uso posterior o para regalar, toma en cuenta estos consejos para secarlas correctamente.

Elige el momento adecuado

Una clave para que conserven su sabor y forma es cortarlas en el momento adecuado, aquí tienes el de las más comunes:

1. La menta y la hierbabuena se cortan justo después de terminada su floración
2. El orégano y el tomillo, cuando las flores recién abren.
3. El estragón se corta mientras su color es verde brillante, antes de la temporada de frío, cuando las hojas se ponen amarillas
4. Las flores de salvia se cortan cuando acaban de abrir, mientras que hay que esperar dos meses más para cortar las hojas
5. La albahaca debe recolectarse antes de que eche flores, al igual que el hinojo; las flores de éste último se cortan antes de que den semillas
6. El romero puede cortarse en cualquier momento

La mejor forma de limpiarlas es rociarlas con agua por arriba y por abajo muy temprano en la mañana, dejar que se sequen naturalmente unas horas y después cortarlas lo más cerca posible de la tierra para tener suficiente espacio de tallo y hacer pequeños ramos con ellas. Debes hacer esto por la mañana, antes de que haya mucho calor.

Encuentra el mejor lugar

Haz ramos pequeños unidos por un cordón delgado, si juntas demasiadas a la vez la humedad no desaparecerá de las ramas interiores al mismo tiempo que de las exteriores y pueden echarse a perder.

Se ven muy lindas colgadas en la cocina, pero el aceite, calor y humedad de este ambiente puede afectar el proceso. Lo mejor es encontrar un lugar seco, lejos del polvo, con suficiente corriente de aire y donde no les de la luz directa del sol. Un armario que se use poco es una buena opción. Si falta aire, un ventilador puede solucionar el problema, si la corriente de aire trae consigo polvo, puedes colgarlas dentro de una bolsa de papel con varios hoyos, sin que ésta las cubra por completo.

Cada dos días revisa el proceso: toca las hojas y siente si la humedad ha disminuido. Regula la cantidad de aire si sientes que no hay avances. Las hierbas están en su punto cuando las hojas se rompen en pedazos fácilmente, sin convertirse en polvo tampoco.

Almacena correctamente

Una vez que tus hierbas están secas, lo mejor es almacenarlas enteras y  moler según las necesites en la comida. Aunque siempre es muy práctico tenerlas cerca de los fogones, lo mejor es almacenarlas en una despensa, lejos de la luz y el calor.

Utiliza recipientes pequeños para que no sigan en contacto con el aire, con tapas herméticas. A menos contacto con el aire en este punto, mayor conservación de los aceites naturales que conservan los sabores. Almacenadas correctamente, tus hierbas mantendrán su exquisito sabor durante un año.

¡Manos a la obra!