Tu cuenta de Twitter puede ser un arma de doble filo: el lugar en que te conectas con otros, en que te mantienes al tanto de lo que te interesa, en que compartes parte de tu trabajo, también puede construir una mala imagen de ti si no tienes cuidado.
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Esther Vargas de Clases de Periodismo, comparte con nosotros 7 razones por las que un medio impreso o digital no contrataría a un candidato, después de revisar su cuenta de Twitter. Son aplicables al trabajo creativo en general, incluso a otros empleos.
Reproduzco la lista y agrego algunos comentarios, porque no estoy de acuerdo con todo lo que dice.
- Mala ortografía. Cierto: alguien que escribe bien, con buena sintaxis, que se expresa claramente, tiene más probabilidades de conseguir el puesto. En cambio, tuitear con los pies puede llegar a cerrarte puertas.
- Falta de rigor. Como el post está dirigido a periodistas, la autora se refiere más bien a “rumores e información falsa”, y recomienda: “Sé riguroso para reportar cualquier incidente.” Sin embargo no creo que sea necesario “tuitear con rigor” para que el empleador nos considere confiables. Los tuits divertidos o absurdos son parte del encanto de esta red social.
- Escaso sentido común. Se recomienda evitar prácticas que puedan dañar la reputación, como insultar a los jefes, celebrar borracheras o revelar información privada de empresas a las que se ha pertenecido. La autora se refiere, creo, a la indiscreción, y recomienda no tuitear afirmaciones como “soy la más impuntual del mundo”. Tiene razón. Pero me parece que cuando la enunciación es divertida y atractiva, el tuit puede funcionar a la inversa.
- Comportamiento trol. Atacar compulsivamente a los demás te hace quedar mal ante tus posibles empleadores, pues los medios buscan “profesionales talentosos, rigurosos y con capacidad para discutir sin insultar, y altas dosis de tolerancia a la crítica”.
- Holgazanería. La autora menciona que es mala idea tuitear tus ataques de pereza inmóvil, porque eso te hace quedar como una holgazana ante las empresas. Una vez más, creo que la enunciación justifica ciertos tuits.
- Incongruencia. Mostrarte de cierta forma y actuar de otra. Me imagino que a eso se refiere la autora, cuando dice: “Siempre cuento este incidente. Es la breve historia de un recién egresado de la escuela de periodismo que tuiteaba con cierta frecuencia ataques contra un diario, al cual calificaba de basura. A pesar de tener ese concepto, el chico mandaba su CV a la redacción.”
- Un perfil sin muestras de tu trabajo. En este punto concuerdo del todo: Twitter permite enlazar artículos que has escrito, fotos que has tomado, demostrar para qué eres buena. Muy posiblemente a la empresa le interese ver tu trabajo, y podría descartarte si no lo encuentra en tu cuenta. Pero no hay que abusar: los tuiteros que sólo enlazan sus textos o que sólo hablan de trabajo son aburridísimos.
Que no se nos olvide de qué se trata Twitter, una red que la gente usa comunicarse e informarse, pero también para pasarlo bien. Para lo profesional hay otras opciones, como LinkedIn.
¿Vale la pena dejar de tuitear ocurrencias o comentarios ociosos sólo para que los empleadores nos contraten? Cada quien tendrá su respuesta. Yo no lo haría. Un timeline estrictamente denotativo y sin sentido del humor es de dar flojera infinita.