La Universidad Autónoma de Barcelona tiene la misión de coordinar las acciones que van develando la enorme cantidad de focos de conflicto ambiental en el planeta. Esta cartografía del “saqueo” de los recursos naturales, condición general para que esto ocurra, evidencia el colapso de un sistema económico que daña gravemente la vida, es por eso que se le bautizó como «Atlas Global de Justicia Ambiental».
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Ya se han constatado 300 casos en América, donde el mayor número de casos documentados por el atlas se distribuyen entre Colombia (72), Brasil (58), Ecuador (48), Argentina (32), Perú (31) y Chile (30).
Leah Temper, coordinadora del Atlas señala que “el mapa muestra tendencias preocupantes como la impunidad de las compañías que cometen delitos medioambientales o la persecución de los defensores ambientales, pero también inspira esperanza”, que hasta ahora viene siendo escasa. Sólo el 17% de los conflictos analizados han ganado juicios legales, lográndo la cancelación de proyectos o consiguiendo algún tipo de restitución económica a las comunidades.
El fenómeno es claro. La ciudadanía «no tiene poder político para acceder a la justicia ambiental y a los sistemas de salud», según este mapeo realizado por 23 universidades y organizaciones de justicia ambiental de 18 países, quienes piensan que llegarán a la suma de 2 mil casos para 2015.
Hay que plantearse que de no frenar este caos desde los Estados, podría llegar a ser mucho más dramático el impacto y sus efectos, considerando el conflicto una permanente socioambiental, en bienestar del capital.
No olvidemos la reciente declaración de La Nasa sobre la civilización industrial global que en los próximos decenios debido a la explotación insostenible de los recursos y la distribución de la riqueza cada vez más desigual, llegará a su final.
Los tópicos tomados en cuenta para diseñar este átlas son energía nuclear (amarillo), extracción de minerales (naranjo), manejo de basura (verde oscuro), biomasa (café), gases fósiles y justicia climática (negro), manejo del agua (celeste), conflictos inmobiliarios -por constructoras- (plomo), conflictos relacionados al turismo y la recreación (lila), a la biodiversidad y conservación (verde), y por industrias y sus utilidades (rojo). Sólo con estos datos puedes ver el panorama general de una región. Por ejemplo en América del Sur y Centroamérica prima el naranjo de la minería.
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