Simplemente lo “barato cuesta caro”, o en este caso, lo realizado con desprolijidad, puesto que el proyecto Pascua Lama, como muchos de los que se han dejado caer en Chile, incumplió las obligaciones ambientales básicas para llevarlo a cabo.
PUBLICIDAD
En primer lugar Destruyó glaciares con las faenas de “exploración”, contaminó fuentes de agua por no incorporar la infraestructura necesaria de canaletas y por si fuera poco, se asentó en territorios de la comunidad diaguita. Todo esto le reportó elevadas multas a la empresa, pese a que la autoridad medioambiental falseó documentos con tal de favorecer a Barrick frente a la justicia.
Pese a que Piñera llamó al copresidente de Barrick a “arreglar rápido” y “seguir adelante” con Pascua Lama, hoy Barrick Gold, decidió suspender el proyecto, pues el costo asociado al inicio de la producción en el proyecto se ha duplicado con creces en los últimos años. En el 2011, la compañía elevó el gasto de capital de US$3.300mn-3.600mn a US$4.700mn-5.000mn. A febrero del 2013, el cálculo se había establecido en US$8.000mn-8.500mn con la puesta en marcha prevista para el 2014. La estimación se revisó posteriormente durante el año.
“Tomamos la decisión de suspender la iniciativa en vista de la persistente merma de los precios de los metales y una continua incertidumbre y riesgo”, manifestó el jueves su gerente general, Jamie Sokalsky, en la versión XVII del evento Annual Whistler Institutional Investor Conference de CIBC.
La suspensión “nos permitirá recalibrar el proyecto y tener más certeza sobre el plazo en que conseguiremos los permisos necesarios, además de una mayor claridad en algunos temas legales que enfrentamos”, dijo Sokalsky.
Pero este no es el fin del proyecto aurífero en Chile, que pareció siempre estar sobre el imperio de la Ley, puesto que el ejecutivo indicó que Barrick planea retomar la idea de conseguir un potencial socio para desarrollar el proyecto.
PUBLICIDAD
Es importante señalar que haga lo que se haga, el daño provocado por la megaminera, es irreparable.