La migración de mariposas monarca es un espectáculo del que muchos mexicanos nos enorgullecemos por la belleza con la que miles de ejemplares se amontonan en los bosques del oeste del país. Quizá la fortaleza de estos delicados seres jamás deje de asombrarnos y siempre será una especie de misterio cómo unas alas tan frágiles pueden recorrer distancias tan largas.
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Gracias a la cooperación entre Canadá, Estados Unidos y México con la firma del TLCAN, se acordó proteger especies migratorias como la mariposa monarca y su hibernación se estudia desde 1993. Es muy difícil saber el numero aproximado de ejemplares que llega cada año, así que la medida que se utiliza para contabilizarlos es el área que ocupan.
Desde hace tres años la población ha ido disminuyendo, pero este año con asombro y tristeza se dio a conocer que las mariposas abarcaron el menor área en 20 años de estudio. Sólo 0.67 hectáreas de bosques de pinos y abetos están ocupadas por monarcas, el año anterior se registraron 1.19 hectáreas, esto equivale a 43,7% menos mariposas que en el 2013.
En 1995, las mariposas monarca cubrieron un espacio de 18 hectáreas; hoy poco queda de eso. El decremento en la población es producto de una serie de eventos que refleja el estado de los tres países. En México, la tala ilegal de los bosques destruye el hábitat de la mariposa; en Estados Unidos y Canadá, el desarrollo urbano y cambios en las prácticas en la agricultura, contribuyen al declive de la población.
La mariposa monarca es el símbolo de cooperación entre los tres países. Ojalá la conservación de esta especie sea tan importante para sus gobiernos como lo es el intercambio económico. Mejoras las condiciones del hábitat de la mariposa depende de las acciones que tomen los tres, de otra manera, el fenómeno de migración de la monarca está en grave peligro.
Fuente: Mariposas Monarca ‘vuelan’ a su extinción en México (Excélsior)