Tengo tanto que transmitirles sobre lo que he aprendido últimamente alrededor de la palabra “fácil” y como no puedo escribirles un libro aquí (alcanza hasta para enciclopedias) voy resumir en este post lo que necesito contarles. Aunque quizá no todo les guste, al final podría dejarles un buen sabor de boca (espero), si deciden eliminar por completo esa palabra de su vocabulario.
PUBLICIDAD
Hace algunos días estaba lanzando ideas con un amigo sobre una app que queríamos desarrollar para que hombres y mujeres pudieran encontrar pareja. “Tiene que ser fácil de usar” le dije “la gente es muy floja, no quiere moverse de lugar, vamos a darle todo al alcance de un clic.”
Antes de que me linchen, trolleen, me lastimen con el látigo de su indiferencia y estén a punto de cerrar esta página les tengo que confesar algo: trabajo en mercadotecnia. ¡No se vayan! Tengo un buen punto con esto y hacia allá voy.
No tienen que ser unos genios para saber que quienes trabajamos en esto tenemos que investigar absolutamente todo de ustedes para ofrecerles algo a su medida. Coca Cola sabe que todas las personas queremos ser felices, entonces esa marca no nos vende un líquido negro sabrosón, no; nos vende “felicidad”. McDonalds no nos vende hamburguesas (o intentos de hamburguesas) nos vende “sonrisas”.
He trabajado para bastantitas marcas y el aprendizaje que me llevo de la investigación que he hecho para todas y cada una, así se traten desde productos para bebés hasta para funerarias, es que TODOS (me incluyo) SOMOS FLOJOS Y TODO LO QUEREMOS FÁCIL.
La verdad es que no estamos nada lejos de la imagen que Wall-e (la película de Pixar) proyectó de nosotros en un futuro que yo diría ya es presente: todos gordos, en una silla y pendientes de una pantalla.
Le echamos la culpa a la tecnología de hacernos flojos, sin embargo es al revés. Nosotros somos los culpables de que todo se invente en función de lo que queremos y pedimos a gritos. ¡Todo al alcance de un clic! ¡Lo quiero en la puerta de mi casa! ¡Lo quiero en la boca! ¿Me entienden aquí? O a poco ustedes creen que quienes desarrollan nuevos productos ¿los harían si supieran que nadie los utilizaría? NO, NO, NO y claro, entonces ya se dieron cuenta que no necesitan ser expertos en negocios para comprender que si voy a vender algo, debo asegurarme de que alguien me lo va a comprar ¿verdad?
PUBLICIDAD
La palabra “fácil” nos deja desesperanza, poca o nula capacidad de raciocinio; por lo tanto nos aleja de la palabra “excelencia” y ojo, la excelencia muchas veces va de la mano de la palabra “practicidad” que no es lo mismo. No se me confundan.
Fácil
- sencillo, elemental, tirado, claro, corriente, factible, evidente, obvio, simple, asequible, comprensible, cómodo, confortable, tranquilo
Práctico
- útil, efectivo, experimental, funcional, utilitario, conveniente, apropiado, pragmático, realista, objetivo
- ejercitado, habituado, acostumbrado, avezado, fogueado, experto, diestro, perito, versado, hábil, conocedor, ducho
“¿Qué hacemos? ¡Ay ya, no importa, lo que sea más fácil!”
La palabra fácil nos aleja de vivir y nos acerca a la mediocridad. Nos acostumbramos a que todo fuera elemental, corriente, obvio, tranquilo, a que nada nos costara trabajo, entonces sacrificamos excelencia por comodidad; por lo tanto vivimos a la mitad, sintiendo a la mitad, trabajando a la mitad, emocionándonos a la mitad.
Tienen que saber algo que escribió alguien de quien aprendí mucho, que no vivió una vida fácil, que buscaba el riesgo y salía todo el tiempo fuera de su zona de confort:
“Esta vida premia al éxito total o al fracaso rotundo… reprueba nadar en las tranquilas medianías” Raji.
No me extiendo más, solo te invito a reflexionar en los siguientes 7 puntos que después podré tocar:
- No confundamos practicidad con facilidad
- Muévete
- Investiga
- Piensa
- Hay miles de formas de llegar a donde quieres
- No te desesperes (y esto va ligado a otra de mis palabras favoritas “tiempo” que se debe llevar otro libro más en tratar de comprenderlo y sobre todo, aprovecharlo)
- Eliminen la palabra fácil de su vocabulario. Les hará la vida más divertida y sabrosa.
No creo que sea elección de cualquier persona vivir a medias, con todo “peladito y en la boca”. Las emociones, las aventuras, los resultados que somos capaces de obtener si así lo decidimos; todo eso se encuentra muy lejos de representar algo fácil. La vida no lo es y todo lo que requiere de nuestro máximo esfuerzo, es lo que al final, vale la pena.