Este fin de semana tuve la oportunidad de ir a San Miguel de Allende, Guanajuato. Aunque ya había estado ahí hace algunos meses, esta pequeña ciudad tiene la particularidad de encantarte cada vez que la visitas. Conocer nuevos lugares, nuevas formas de pasarla bien, encontrar rincones escondidos llenos de esencia rodeados de colores mexicanos y olores exquisitos, es algo que nadie debería perderse por nada.
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Considerada este año por la revista internacional de viajes Condé Nast Traveler como la mejor ciudad del mundo por encima de NY, París, Praga o Madrid, San Miguel de Allende fue también nombrada por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad, en el año 2008.
Al caminar por sus calles empedradas, puedes sentir claramente un ambiente relajado, alegre, amable y muy mexicano. En San Mi, como muchos le dicen, te toparás con personas de todos los países y culturas ya que es una de las ciudades más recomendadas para conocer cuando se viaja a nuestro país. Todos ellos al igual que muchos paisanos, disfrutan la magia de este lugar lleno de buena música, comida y por supuesto, la distinguida calidez de sus habitantes.
La plaza principal, característica emblemática de la ciudad, aunque sencilla es realmente hermosa. Se adorna el paisaje gracias a la Parroquia de San Miguel Arcangel ícono de cantera rosa, construida en el siglo XVIII con un estilo arquitectónico barroco.
Para estas fechas navideñas o de año nuevo, recomiendo 100% visitar con quienes ustedes quieran esta preciosa ciudad. Piénselo, aún podrían encontrar un buen lugar donde quedarse como este increíble en el que yo estuve con mis amigas llamado “La casa de Carly”; simplemente bello. Incluso puedes visitarlo cualquier fin de semana, les aseguro que se llevarán momentos inolvidables del mágico y memorable San Miguel de Allende.