Debido a su enorme semilla, debió extinguirse cuando se extinguió el único mamífero que podía tragarsela sin ahogarse. Sin embargo el cremoso y verde fruto sigue aquí. Estuvimos a punto de perdernos el delicioso y refrescante sabor de la palta o aguacate, pero les explico cómo logró sobrevivir.
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Todos sabemos que las frutas se propagan por medio de semillas, que a veces, no caen muy lejos del árbol. Pero cuando las semillas logran volar gracias a los animales como las abejas o animales que comen las semillas y las lleven a otro lugar cuando defecan, pueden sobrevivir y adaptarse a otros lugares.
Pero la semilla de la palta o aguacate es muy grande, por ende, presenta un gran riesgo para los animales pequeños si es que la tragaran. Entonces, la semilla del aguacate logró co-evolucionar gracias a los perezosos terrestres y eran comida favorita de los gonfotéridos: criaturas inmensas parecidas a elefantes que vivieron durante el periodo Mioceno y Plioceno, hace miles y miles de años, quienes arrancaban felizmente la fruta con sus fuertes trompas, las masticaban con sus enormes dientes y pasaban las semillas a la tierra, cómodamente.
En su libro The Ghosts of Evolution, Connie Barlow, explica este fascinante fenómeno denominado “anacronismo evolutivo”:
“La estrategia de propagación del aguacate hacía mucho sentido a lo largo de la larga existencia de su linaje; hasta el momento presente. Incluso después de trece mil años, el aguacate no tiene idea de que los grandes mamíferos ya no existen. Para el aguacate, los gonfotéridos y los perezosos terrestres aún son posibilidades reales. Ladrones de pulpa como nosotros cosechamos los beneficios”.
La palta o aguacate sobrevivió a la extinción y lo mejor de todo es que no perdimos un excelente fruto que nos aporta nutrientes, es orgánico, es el fruto que logra que las bacterias se descompongan, o sea es un excelente antibiótico natural, y para el que le interese, ayuda a las mujeres con problemas sexuales, ya que si tiene problemas de lubricación vaginal, este fruto verde contiene tanta vitamina E, que es capaz de ayudar al cuerpo en la producción de hormonas como el estrógeno, testosterona y progesterona, aumentando la respuesta ante la excitación.
Este fruto posee muchos beneficios y es por ello que agradecemos a la madre naturaleza por dejarla por estos lados aún.