Para mí, es la fiesta más importante del año. Pero también es la más excesiva, lo cual entraña una terrible paradoja. Es difícil comenzar un nuevo ciclo con el pie derecho si la noche anterior te emborrachaste como vikinga. La resaca no perdona.
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Existe un método infalible para evitarla: no emborracharse. Pero, por lo menos en mi caso, eso difícilmente sucederá. Así que más vale echar un vistazo a algunos remedios caseros contra la cruda y a ciertos alimentos que pueden ayudarnos a prevenir los estragos del alcohol.
Es decir: desvelarse, beber de más, comer en exceso, son actos que dificultan la supervivencia al día siguiente. Y se supone que al día siguiente tendríamos que brillar, bajar de la cama canturreando como las princesas de Disney y comenzar el nuevo año con una actitud iluminada. Después de una fiesta que terminó cuando amanecía, imposible.
Por eso es indispensable hacerse de algunas estrategias que nos ayuden a comenzar el año con dignidad y sintiéndonos lo más completas que se pueda, sin renunciar a la celebración. Úsalas según tu conveniencia y tus convicciones porque, me queda claro, algunas son difíciles de llevar a cabo.
Tu amigo el vodka
Un estudio reciente recomienda beber vodka con refresco de lima-limón (Sprite o 7 Up). Me cuesta trabajo creerlo, porque el vodka me ha recetado crudas espantosas, pero los investigadores a cargo aseguran que la combinación del vodka con refresco claro es la menos dañina.
También sugieren que evitemos el whisky y el vino tinto (malas noticias para mí), puesto que su composición, según ellos, acentúa los efectos del alocohol.
En mi experiencia, las crudas de whisky son mucho más llevaderas que las de vodka, ron, tequila o vino tinto. Pero este año intentaré hacer caso a los expertos. Que sea vodka, pues. Ah, y no olvides alternarlo con agua mineral o natural.
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El cigarro es el malo del cuento
Lo sé por experiencia. Soy fumadora consuetudinaria y, aunque nunca me he emborrachado sin fumar, sé que cuando fumo menos, la cruda es menos cruel conmigo. Gran parte de la resaca se debe al cigarro.
Si no puedes dejar de fumar porque sientes que la fiesta pierde el sentido, por lo menos trata de fumar lo menos posible.
La Cenicienta de las resacas
Mientras más tarde termines la fiesta, más tarde te levantarás al día siguiente, y peor te sentirás. ¿A qué hora quieres levantarte el primer día del año? Personalmente, las 12 del día me parece una buena hora. Bueno, pues calcula unas ocho o nueve horas antes de ese límite: esa será la hora de irte a dormir.
Que la hora pactada contigo misma sea tus campanadas de Cenicienta. De lo contrario, te convertirás (no tu carruaje sino tú) en algo peor que una calabaza. 3, 4 de la mañana es buen momento. No te perderás nada importante de la fiesta. A esa altura la mayoría de la gente estará bebida, diciendo cosas raras.
Yo soy de las tercas que se quedan hasta el final. Pero estoy convencida de que, cuando logro respetar mis horarios, el día siguiente se vive más fácil. Así que piénsalo, vale la pena. Lo que en verdad alivia la cruda es dormir.
¿Qué comer después de la fiesta?
Cuando la fiesta haya terminado, evita entrarle a los manjares que se sirvieron en la cena, evita ir al puesto de tacos o antojitos locales, evita consumir grasas y demás. Ve a casa, bebe agua, tómate dos aspirinas y cómete un caldo de pollo.
Esto te ayudará a reponerte de la deshidratación que con tanto esfuerzo construiste. El pollo, las verduras, los fideos y el arroz, son fáciles de digerir, además de que te ayudarán a equilibrar tus niveles de potasio y sales. Aunque no se te antoje ese caldo de pollo, cómetelo.
¡Arriba corazones!
Al despertar, tómate un ibuprofeno. No lo hagas con el estómago vacío: si no has desayunado, cómete medio plátano (ni modo) o un pedacito de pan. Los científicos aseguran que el naproxeno y el ibuprofeno son más favorecedores con las resacas, puesto que no dañan tanto el hígado como otros medicamentos.
En cuanto al desayuno, evita comidas grasosas: no tocino, no chorizo, no quesos. Estos alimentos son más difíciles de digerir, y tu hígado no está para trabajos forzados. Repito: di no al recalentado, elige caldos bajos en grasas.
Hay que moverse
Créeme que funciona: un gran remedio contra la resaca consiste en no quedarse en la cama todo el día. Es un reto gigantesco renunciar a ella, pero después del desayuno y una siesta, recomiendo encarecidamente que te des un baño y salgas al mundo.
Ve a caminar, respira aire fresco. Está comprobado que “forzar” el cuerpo al movimiento lo distrae de la resaca y lo ayuda a recuperarse más pronto. Matarás dos pájaros de un tiro: no te habrás perdido del primer día del año y te sentirás un poco mejor.
Cuando esté por oscurecer, ve a casa, escoge una buena película, alguna serie, lee un rato, duérmete temprano. Mañana será otro día. Ahora sí, a comenzar el año.
Fuente: Huff Post