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¿Buena o mala idea ligar con compañeros de trabajo?

¿Qué tan convenientes son los romances de oficina? Ventajas, desventajas y un veredicto.

Nunca me he ligado a un compañero de trabajo. Generalmente me digo que no es buena idea, que es mejor mantener las cuentas claras y las amistades largas, etc. Y, mientras lo hago, me doy gato por liebre.

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La verdadera razón: jamás nadie del trabajo me ha gustado tanto como para salir con él en plan cita o comenzar una relación. Porque, cuando alguien me gusta de veras, no lo pienso demasiado: ataco o me dejo atacar.

Cuando iba a la perpa, a la universidad, pensaba que salir con compañeros de clase era inconveniente, prefería separar la vida académica de la sentimental. Pero un día un guapo que era medio arrogante me hizo cambiar de opinión. Supongo que en el trabajo pasaría lo mismo.

Sé que no todas son tan impulsivas. Algunas prefieren evaluar situaciones. Entonces se preguntarán, tal y como yo me lo pregunto ahora, si es buena o mala idea ligar con compañeros de trabajo. Es decir, salir con ellos, involucrarse.

Porque si se trata sólo de un acostón, la cosa es más sencilla. Pasado el bochorno o, en el mejor de los casos, la ligereza o la indiferencia del día siguiente, todo vuelve pronto a la normalidad. Las relaciones sentimentales en cambio tienen más baches en el camino.

Los ligues laborales siempre han estado a la orden del día. Por eso, conviene pensar en sus ventajas y desventajas, aunque después no les hagamos caso.

Ventajas

  1. El galán está a la mano cuando se le necesita, por lo menos en horas hábiles.
  2. Es posible que cada uno entienda mejor las obligaciones laborales y los horarios del otro, porque ambos están en el mismo orden del universo.
  3. Acostarse con el jefe o el colega suele estar prohibido en las compañías, qué emoción.
  4. Las insinuaciones privadas, los roces en el elevador, los mensajes de texto a media junta. No por nada las encuestas revelan que muchas mujeres eligen a un compañero de trabajo para ser infieles por primera vez.
  5. El hermoso lugar común del sexo desenfrenado sobre el escritorio.
  6. Existe la oportunidad de conocer al otro tal y como es en situaciones cotidianas… en la medida de lo posible (todos fingimos).
  7. Hay quienes aseguran que el flirteo en la oficina puede aumentar la productividad hasta en un 33%.

Desventajas

  1. Habrá días en que no tengas ganas de verlo: él estará ahí durante toda la jornada, y la oficina carece de escondites más allá del tocador.
  2. De pronto los otros compañeros se enteran de que ustedes dos se están acostando, y empieza el desfile de comentarios, opiniones, noticias de última hora con los datos distorsionados… una monserga.
  3. La ruptura será incómoda y, una vez que suceda, tendrás que toparte a diario con el responsable de tu caos o tu culpabilidad.

La lista de ventajas es más grande, pero las desventajas resultan menos llevaderas. El asunto de la ruptura, sobre todo.

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Y, después de este ejercicio de evaluación, vuelvo al planteamiento del principio:

Una se encuentra con el hombre, que en este caso es un coworker, y el hombre le gusta a una, y el acostón primigenio da lugar a una segunda etapa, a una tercera, y a veces una hasta se enamora… qué se le va a hacer.

Vengan las funestas consecuencias. Porque, como se dice últimamente, YOLO.

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