Nunca he entendido por qué a pesar de que hace algunos años las modelos plus-size están siendo reconocidas como parte del mercado de la moda, muy pocas veces son consideradas realmente sexies.
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En general, las revistas, los diseñadores y los de post-producción – los que usan la varita mágica para literalmente crear personas nuevas a través de Photoshop – cuando trabajan con mujeres curvilíneas intentan cubrir sus, valga la redundancia, curvas.
¿Por qué cubrir una forma de belleza?
Año tras año se ha ido demostando que no existe un sólo ícono de belleza. Ser rubia con ojos azules no te hace más linda que una mujer latina de tez oscura, ojos cafés y pelo negro azabache. Como tener senos enormes no es mejor que tener un poto grande. En belleza no debería existir algo mejor ni peor que otro. Y mucho menos tratar de ocultar tu belleza.
Por lo mismo, me encantó la nueva editorial de la revista GQ Australia protagonizada por la modelo Robyn Lawley. Al fin fotografías que muestren la belleza y sensualidad que hay detrás de las curvas.
Además hicieron la siguiente declaración: “Label Robyn Lawley a plus-size model if you want. Or, why not go with our preferred adjective – hot”.
Etiqueten a Robyn Lawley como una modelo plus-size si quieren. O, por qué no, con nuestro adjetivo preferido – sexy.
Mientras Lawley nos cautiva a su máximo esplendor en las páginas de GQ, la revista Elle escondió las curvas de la actriz Melissa McCarthy con un abrigo capturando sólo la belleza de su rostro.
