Venga, hablemos de las mujeres bi-curiosas, esas chicas que se sienten atraídas por otras, sin considerarse gays, incluso ni siquiera bisexuales. Este término también puede aplicarse en las chicas homosexuales que eventualmente se sienten seducidas por el sexo opuesto. También se usa el término heteroflexible u homoflexible, dependiendo el caso.
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Son las que aunque están definidas sexualmente, se toman la libertad de voltear hacia las de su género (o al otro, las lesbianas) y experimentar todo lo que les inspire a hacer, así sin más escrúpulos. Ejemplifiquemos burdamente con la escena de Scarlett Johansson y Penélope Cruz en “Vicky Cristina Barcelona” y el sexy momento donde se dejaron llevar la una por la otra.
A diferencia de las bisexuales que tienen relaciones emocionales y sexuales prácticamente un 50/50 con hombres y mujeres, en los bi-curiosos predominan las relaciones en el bando donde se identifican y en menor proporción tienen relaciones con el género excluido según su identidad sexual. Cabe señalar que estas relaciones en menor grado son casi en su totalidad actos sexuales, y no precisamente afectivas.
¿Por qué es importante saberlo? Porque son muchas las mujeres, hablemos de las heterosexuales, que tienen relaciones con otras nenas, pero en un porcentaje mínimo en comparación con el sexo que tienen con hombres; y es muy probable que no tengan intención de establecer un vínculo más allá del que tienen en la cama con esas chicas.
Estas mujeres que prueban tener algo más con otra chica, desde besos, caricias, masturbación hasta sexo oral, es común que les llegue un momento de conflicto donde duden de su identidad y empiecen a experimentar una presión del exterior, o de su interior, para que se definan como algo donde el término heterosexual ya no tiene cabida.
A menos que a partir de esas experiencias te sientas cerca de descubrirte como lesbiana o bisexual, ya que la bi-curiosidad también puede ser el puente, cuando no se está segura, sobre el que darás el paso a la bisexualidad o la homosexualidad, es un poco polémico, pero ha sucedido; esta presión ejercida, que te indica que ya no eres estrictamente heterosexual, te pone en el dilema ¿Entonces qué soy? Pues bien, puedes ser bi-curiosa.
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Además es importante saberlo, para dejar a un lado todas las telarañas y el miedo a ser mal interpretadas que nos impide llevar a cabo las fantasías que nacen de la atracción y el deseo por las mujeres. Acostarse con otras chicas, cuando nos nace la curiosidad por probar, es algo legítimo y no tendríamos por qué suprimir ese deseo por miedo a ser considerada gay. Ya sea desde decir abiertamente sobre lo bien que se ve otra chica, manifestar esa atracción, tener contacto físico tomándose de la mano, a través de un beso o hasta intimar en la cama con alguna, por supuesto cuando ambas coinciden.
Para algunas mujeres, identificarse como bi-curiosas es un alivio, puesto que esa definición es la que mejor les va, porque los humanos toooodo queremos razonar y clasificar. Pero independientemente de los títulos, lo importante aquí es: mujeres si quieren experimentar con otras ¡prueben! ¡vívanlo! Todos tenemos derecho a tener una sexualidad plena y somos libres de elegir con quienes queremos intimar en la cama, sea el género que sea por el que nos sintamos atraídas. Y tú ¿eres bi-curiosa?