El relave es el desecho tóxico que deja la minería, compuestos de roca molida, metales pesados, agua, químicos y tóxicos, en donde el material tóxico va decantando en el fondo de una gran piscina artificial.
PUBLICIDAD
En Chile, el problema de los relaves es bastante recurrente, ya que, a pesar de que la minería ha sido una de las actividades económicas más importantes del país desde hace más de un siglo, los relaves continúan siendo desechados en valles, desiertos, bosques e incluso en el mar, lo que ha causado la muerte de cientos de personas a lo largo de la historia.
Actualmente existen más de 865 relaves en el país, de los cuales un 14% aproximadamente se encuentra en operación, y el resto está abandonado.
Minera Los Pelambres, propiedad del grupo Luksic, tiene a los habitantes de Caimanes y sectores cercanos, prácticamente sin agua, por culpa del tranque de relave, el más grande de Sudamérica y el tercero a nivel mundial. Los caimaninos acusan a los inversionistas de la minera de haber comprado la aprobación del gobierno para instalar el tranque que les contaminó las aguas.
Si el tranque llegara a colapsar, los 1600 habitantes de Caimanes no tendrían más de 5 minutos para escapar, en caso de aviso inmediato. Aunque lo más probable es que todo el pueblo quede sepultado irremediablemente bajo toda esa masa de contaminación.
Los habitantes de Caimanes son solo un ejemplo de cómo afecta un relave a los pueblos cercanos a ellos. Quizás es tiempo de pensar menos en el dinero, y que grandes empresarios, como los del grupo Luksic, asuman la responsabilidad de sus negocios, y pongan como prioridad el bienestar de los ciudadanos y del medio ambiente, y no el llenarse los bolsillos de más dinero.
El candidato a la Presidencia de Chile, Marcel Claude, se ha referido a Luksic como un “delincuente” por su accionar en Caimanes, plegándose a las movilizaciones de los pobladores nefastamente afectados en su cotidiano existir.