Alemania es un ejemplo para el mundo respecto a su modelo energético que mezcla eficiencia y generación eléctrica limpia. Tan exitoso ha sido que la energía fósil sólo representa el 6% de la generación total, haciéndola poco competitiva frente a la solar.
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Desde que los paneles solares producen más energía de la ocupada en su fabricación, varios países se han entusiasmado en todo el orbe, abrazando este paradigma energético mucho más limpio y conveniente a largo plazo para responder a la demanda. Y no hace falta estar en el primer mundo, bien lo saben en Cuba, Nicaragua y Perú. La voluntad política es clave para generar estrategias que nos saquen de la dependencia a los hidrocarburos y a proyectos carboníferos tan sucios como el de Media Guajira en Colombia, o de Isla Riesco en Chile.
A continuación cómo ha sido la evolución de la construcción de los paneles solares. Ya no hay excusas de que causa contaminación en su fabricación o que es muy costoso e ineficiente. Ponte al tanto: