Después de mostrar su inconformidad ante una sucesión de eventos desafortunados, el Ayuntamiento de Benito Juárez entrega la licencia de construcción a Real Estate Dragon Mart Cancún, S.A. de C.V. Ayer por la tarde la empresa anunció el inicio de su obra para el mes de octubre, misma que espera estar lista en 16 meses. Y ¿qué pasó entonces con la autorización de SEMARNAT? Tal parece que ahora sí la guerra se ha perdido.
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De acuerdo con información de medios locales, el alcalde Julián Ricalde Magaña cedió la licencia de construcción a pesar de mostrar disconformidad ante la afirmativa ficta. Reconoció que la entrega se realiza con el fin de evitar una demanda multimillonaria contra el Ayuntamiento. Ante esta decisión, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) lamentó que el gobierno desistiera a la impugnación del fallo dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo.
Todo comenzó el 26 de agosto, día en el cual se dio luz verde al proyecto por un tecnisismo legal. La resolución llamó la atención tanto a los ambientalistas como al mismo gobierno local, que pedía sus 45 días para evaluar el proyecto, como lo indicado para cualquier procedimiento administrativo. En tanto Dragon Mart aprovechó para defenderse ante los ataques de ambientalistas, mostrando los múltiples beneficios de la inversión en dicha localidad.
Después de recibir su licencia de construcción — tras dos años de trámite, cuestionamientos y movimientos ambientalistas — Dragon Mart se pronunció con un reconocimiento al gobierno local, a las instituciones y leyes mexicanas “pues la ley se ha cumplido, lo que habla de que México es un país de instituciones y confianza en la inversión productiva”.
Por su parte CEMDA anuncia que continuará con los dos procesos promovidos contra el gran dragón: una denuncia de nulidad contra la autorización de impacto ambiental, misma que el gobierno estatal otorgó en septiembre de 2012; la segunda interpuesta ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
“El caso de Dragon Mart Cancún es muy extraño. Muy atípico. En 20 años, en el Cemda nunca habíamos visto algo así. Me parece que lo que hay que ponderar en nuestro trabajo, es el cumplimiento a la Ley y el respeto al Estado de Derecho, guste o no. “
El proceso que ha tomado dos años en concretarse tiene hoyos legales, pronunciaciones desafortunadas y un olor extraño olor a corrupción. Por ahora sólo queda que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) realice un análisis profundo del proyecto y aporte sus recomendaciones ante el impacto ambiental que significará el complejo. Han pasado semanas después del fallo, un día de la entrega; y por el momento no se ha escuchado ningún pronunciamiento.
Link: Unión Yucatán
Foto: Noticaribe
