Los acelerados tiempos actuales han hecho del túper uno de los recipientes más utilizados para transportar comida y no caer en la voracidad del hambre en pleno horario de trabajo. Además, es una perfecta forma de ahorrar dinero, ya que evitas salir a comer y gasta lo que usarías para alimentarte por más días, y hecho en casa, mucho más sano y saludable.
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Para que los alimentos que llevamos a la oficina en el túper no pierdan frescura y calidad, te dejamos algunos tips que serán de gran ayuda para no perder el aspecto saludable de nuestras comidas diarias.
Higiene
Lo primero que se debe hacer es considerar la limpieza de cada uno de los alimentos que incorporemos y la de nuestras manos, poniendo atención a que estos alimentos no entren en contacto con superficies contaminadas.
Evitar las contaminaciones cruzadas
Si tienes comida cruda y cocida en la distribución de tu túper, la recomendación es utilizar utensilios distintos y no mezclar con las comidas, evitando la contaminación cruzada entre tipos de comida y otra.
Comidas frías
Si la opción de hoy para la hora del almuerzo es comida fría, se debe agregar la comida en un recipiente limpio, cerrado herméticamente y conservarlo inmediatamente en el refrigerados. Cuidar retirar antes de salir de casa y volver a conservarlo refrigerado al llegar a la oficina. Si no se cuenta con este elemento, conseguir una bolsa isotérmica o acumuladora de frío que mantendrá de forma correcta cuando lo consumas.
Comidas calientes
Cuando las prepares las debes dejar enfriando a temperatura ambiente en un espacio de una hora. Jamás la introduzcas recién cocinada al refrigerador, afecta el sabor y la utilidad de la heladera.
Luego de enfriar tu preparación taparla herméticamente y conservarla en el refrigerador y calentar cuando vayas a comer. Existen algunos recipientes para guardar comida caliente en el caso que la ingesta de estos alimentos sea de un momento a otro.
Evitar preparaciones con huevo
Las elaboraciones a base de huevo, como las mayonesas u otro aderezos con huevos que no hayan tenido un tratamiento térmico, como es el caso de aquellas salsas comerciales, donde los ingredientes están tratados para que tengan una máxima duración.
Si cayó en la tentación y va por un postre, queso o algo con huevos se debe asegurar que sea fresco y que no hayan pasado 48 horas desde su preparación.
Fuente: Hola