Platicando hoy con un maestro que tengo, me comentó que debemos mantener siempre activo a nuestro cerebro aprendiendo cosas nuevas de tal forma que éste no se atrofie, no se oxide; sobre todo porque, entre otras cosas, enfermedades como el Alzheimer atacan a aquellos que son debilitados.
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Estimularlo se puede lograr de muchas maneras, prácticamente en cualquier actividad que nos represente un reto y si tu deseo es continuar creciendo profesionalmente, una de las mejores formas de conseguirlo es estudiando una maestría. Así es, volver de nuevo a la escuela.
Definitivamente no es una decisión fácil porque involucra varios factores y escenarios, por lo que con base en mi experiencia (estudio una maestría en innovación) puedo recomendarte algunos consejos:
1. Si trabajas (o si no)
Si actualmente tienes un trabajo de tiempo completo piénsalo bien y organízate porque adiós vida social (no totalmente, pero tus amigos comenzarán a molestar un poco.) Por lo general no llevas la misma carga de materias que cuando estudiabas una carrera. Yo por trimestre llevo dos y créeme, no duermo a veces. Es por eso que aunque debí titularme hace tiempo, no lo he hecho porque he dejado materias en el camino pendientes (aunque ya las había pagado, pero eso viene en otro punto a continuación.) Así que si te decides, mas vale que lo hagas consciente de esto y de que tienes que organizarte bien.
Si no trabajas, pues la llevas de ganar en cuestión de tiempo, sin embargo de no contar con un ingreso podría ponerte en aprietos para pagarla cada vez que comiences un ciclo de estudios (aún con beca.) Si te la pueden seguir pagando tus papás ¿qué esperas? (digo, si te interesa) yo te recomendaría que no la riegues y ¡aprovéchala bien.! Puedes terminar dando clases en una buena universidad, las opciones son infinitas.
2. Si no tienes dinero
Dependiendo de la escuela a la que quieras asistir es el presupuesto del programa de estudios. Yo por ejemplo estoy en el Tecnológico de Monterrey y la maestría es virtual. Por trimestre pago alrededor de $3,000 pesos (cuento con una beca del 90%.) Aunque podría pagarla aún sin la beca, el buscar obtenerla me permitió ahorrar todo ese dinero para emplearlo en otra cosa. Mi consejo es: busca la beca; todas las escuelas tienen planes accesibles para que precisamente si no tienes dinero, ese no sea un pretexto.
3. Si estás emprendiendo
Posiblemente no sea la mejor opción estudiarla mientras emprendes por la cantidad de tiempo que debes invertir en la maestría, sin embargo te diré una cosa; muchos chicos que se atreven a comenzar un negocio no tienen una base fuerte de conocimientos que a la larga les hace perder tiempo y dinero. Parece ilógico ¿no? pero no es así. Muchos menosprecian a quienes siguen estudiando, cuando esto al contrario, les permite construir esa base de la que te hablo. Claro, dependerá de cada quien triunfar independientemente del escenario, sin embargo, además de que sigues aprendiendo cosas nuevas, conoces contactos que pueden ayudar a exponer aún más tus objetivos.
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4. Si crees que no vale la pena
Yo solía pensar de esa forma, de hecho debo confesar que ni siquiera la busqué. Podría asegurar que llegó a mi en el momento adecuado. Se me presentó la oportunidad y como no tenía nada que perder, además de que el tema me apasiona (bien dice la frase “innova o muere”), tomé el riesgo de presentar un examen que me aseguraba un 90% de beca si lo pasaba. Lo demás es historia y ahora mi idea sobre estudiar una maestría es totalmente otra, altamente recomendable. Si lo que deseas es que tu vida profesional crezca, es una excelente opción, complementa tu carrera con alguna acentuación que te guste y en la que te veas en un futuro.
5. Si estás casada y/o tienes hijos
Prepárate para la batalla de tu vida. No vas a tener tiempo para nada, sin embargo y como alguna vez me dijeron, todo es cuestión de organizarte. Eso sí, (yo no soy casada, pero mis amigos papás me cuentan) tendrás poco tiempo para ver a tus hijos a menos que sólo estudies la maestría y no trabajes. Si puedes tener el apoyo de tu esposo para cuidarlos, bien. Si no, piénsalo, no es para todos esta importante decisión; no en algunas etapas de la vida.
6. Si aún no te decides
Si la tienes fácil, si tienes el dinero, el tiempo, las ganas, la visión: HAZLO. Si en algunas de las opciones se te hace complicado, reflexiona. No es cualquier cosa, sin embargo puedo decirte: vale totalmente la pena, los beneficios que deja son incontables. Si la sabes aprovechar, te puede dar muchas satisfacciones.
Busca opciones que se acomoden a tus posibilidades y lo más importante, nunca te permitas dejar de aprender.