El sándwich de crema de cacahuate con mermelada, es una combinación tan popular en Estados Unidos, que hasta tiene su propia entrada en Wikipedia (en más de 5 idiomas). Cómo fue que el maní, un alimento relacionado con los esclavos afroamericanos, se convirtió en un producto consumido por todos los norteamericanos. La posición del cacahuate en la sociedad norteamericana, dio un giro rotundo a finales del siglo XIX, cuando el aclamado Dr. John Kellogg, recomendó a sus pacientes de distintas clases sociales, basar su dieta en nueces.
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En 1876, Dr. Kellog se convirtió en el superintendente del Sanatorio de Battle Creek, un instituto de salud acorde a los fundamentos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Es decir que fomentaba un estilo de vida basado en el vegetarianismo, el ejercicio, y la abstemia al alcohol y el tabaco. En este sanatorio tipo spa, gente afamada como Eleonor Roosevelt, asistían para mejorar su salud. De esta manera, sus doctrinas naturistas se expandieron a través de Norteamérica. Una de sus principales ideas, era sobre la evolución. Creía fervientemente que los animales habían sido originalmente comedores de nueces. Ignoraba nuestra dentadura adaptada para la carne y declaraba que evolucionamos comiendo frutos secos, en especial el maní. Además, confiaba que gracias a las nueces, los seres humanos podríamos tolerar la futura escasez de alimento. Estaba tan convencido en la efectividad de dichos frutos, que dedicó gran parte de su vida en desarrollar diversas formas para explotar sus propiedades nutritivas. Dentro de sus experimentos, patento el primer acercamiento a la mantequilla de maní, y una barra de cacahuate.
A pesar de que las teorías evolutivas han descartado al cacahuate como el motor principal de la evolución, la intuición del Dr. Kellogg sobre su valor nutrimental, era correcto. Por su alto contenido proteínico, el maní es muy recomendo para deportistas. Eso no quiere decir que un sándwich de mantequilla de maní con plátano, tocino y nutella, sea una comida nutritiva, un simple pan con crema de cacahuate puede ser un excelente desayuno.
En lugar de pensar en sándwiches que usen a la mantequilla de maní como un goloso refrigerio, los invito a que lo aprovechen en presentaciones más saludables y nutritivas, tal y como el Dr. Kellogg lo pensó en un inicio. Con una rica mermelada casera, hasta la clásica combinación de cacahuate y jalea, puede convertirse en un sofisticado desayuno.
Imagen: Umbrellas&Tea y FoodRiot
