Vivimos en una sociedad que muy pocas veces perdona. Es una sociedad perfeccionista donde tanto hombres como mujeres somos proclives a ser víctimas de discriminación por cualquier defecto físico que tengamos. Vamos, ni siquiera tiene que ser defecto, con que cierto porcentaje de la sociedad considere “malo” o “inadecuado” cierto rasgo físico es suficiente para ser juzgado. La obesidad es, probablemente, el más común de todos y es justo el tema que te comparto hoy.
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Y sí, repito, vivimos en una sociedad en donde –casi casi– ser mujer es un castigo que debemos pagar viéndonos bonitas siempre. Hemos entrado en este estándar de perfección en donde el cuerpo fit y la cara siempre sonriente es lo aceptado. La piel lisa y pareja, sin marcas de estrías ni celulitis, casi casi sin marcas de vida, la depilación completa, el bronceado perfecto, la ropa más stylish, el cabello siempre brillante, etcétera.
Últimamente he visto muchos posts de mujeres que te dicen cómo verte más delgada en las fotos, cómo engañar al lente: ponte calzones una talla más grandes, párate derecha y curvea los hombros, etc, etc; pero también he visto textos de editores de imágenes en donde te muestran cómo es la imagen inicial y cómo es la imagen después del retoque, queriendo decirte que ninguna mujer es como aquella que sale en las revistas.
Todas pasan por un proceso de retoque para verse perfectas, sin defectos, y es así como muchas de nosotras cuando vemos artículos donde sale alguna celebridad viéndose perfecta caemos en una confusión, pues no importa qué hagamos o cómo o hagamos no vamos a lograr vernos así. Y al mismo tiempo, hay mujeres como Megan Falley que pueden hablar abiertamente de las cosas sin buscar ser perfectas, inclusive darle un poquito de humor al respecto.
En esta ocasión te dejo un poema de ella, se llama Fat Girl en donde Megan Falley habla del amarse a sí misma sin importar el tipo de cuerpo o del estigma que encaramos con esta sociedad.
Puedes ver el video en la parte de abajo del post. Te lo vuelvo a poner traducido porque eso de compartirte poemas con mensajes fuertes ya me gustó. Espero que lo disfrutes.
Niña Gorda
Niña Gorda, bromas gordas
Niña Gorda, amigos delgados.
Niña Gorda, parada junto a gente más gorda para lucir delgada.
Niña Gorda, Campamento de Gordos, cinco años.
Niña Gorda perdió un kilo y no lo notaste.
Niña Gorda ama tu aliento a pan de ajo.
Niña Gorda vegana.
Niña Gorda, “¡Pero el cupcake de red velvet sabe delicioso!”
Niña Gorda, cara bonita.
Niña Gorda, lista de decanos.
Niña Gorda quiere una orden de papas con eso.
Niña Gorda no toques su estómago.
Niña Gorda, apaga las luces.
Niña Gorda se deja la playera puesta
Niña Gorda no está embarazada,
Niña gorda bebé de comida.
Niña Gorda nombró a su perro Taco
Niña Gorda, mala bulímica.
Niña Gorda, se atraca y no se purga.
Niña Gorda ¡ni siquiera puede vomitar bien!
Niña Gorda, se desabrocha los pantalones en la cena
Niña Gorda escucha “nada sabe tan bien como se siente el ser delgada”
Niña Gorda cierto rollo de atún crujiente sabe mejor que estar delgada.
Niña Gorda tiró su báscula.
Niña Gorda eres lo que comes, Niña Gorda Oreos con doble relleno.
Niña Gorda tiene los genes de su padre.
Niña Gorda, su hermano no.
Niña Gorda con amigos que van a su casa a ver el abdomen cincelado de su hermano y la ignoran.
Niña Gorda no odia su cuerpo.
Niña Gorda odia al mundo.
Niña Gorda, boca gorda
Niña Gorda, puños más gordos.
Niña Gorda, vete al carajo.
Niña Gorda con el corazón tan gordo que requiere su propio código postal.
Niña Gorda con el corazón tan gordo que usa el Ecuador como cinturón.
Niña Gorda, dieta de vista.
Niña Gorda ve comida, Niña gorda se la come.
Niña Gorda ya escuchó todas las bromas.
Niña Gorda dice las punch line antes que tú.
Niña Gorda llora en privado.
Niña Gorda, piel gruesa.
Niña Gorda baila de todos modos.
Niña Gorda se quita la playera.
Niña Gorda luces prendidas.
¡Niña Gorda, luces, prendidas!
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Ve su poema aquí.