Niños y niñas prefieren las golosinas porque son atractivas, de buen sabor y se relacionan con actividades de entretenimiento, porque, justamente se comercializan en estos espacios.
PUBLICIDAD
Muchas veces son los mismo padres quienes satisfacen a sus hijos con golosinas, haciéndolo recurrente y transformando esto en una posible enfermedad a futuro.
Una preocupación que avanza, y en la que pone atención la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros en México (CONDUSEF), agregando que el gasto anual promedio que los niños y niñas mexicanas destinan en dulces y alimentos chatarra es de 20 mil millones de pesos, una cifra altamente preocupante.
Sobre esto, el organismo destaca que no se trata de restringir el consumo, el objetivo es incentivar que madres y padres puedan observar el consumo de estos productos en sus hijos e hijas, y de esta forma controlar la ingesta y prevenir un grave problema que afecta a México y gran parte del mundo: la obesidad.
Esto, ya que de acuerdo a un estudio de Naciones Unidas realizado en Marzo, México queda en el primer lugar de obesidad entre los países con mayor población desplazando a Estados Unidos.
Las sugerencias apuntan a llevar un orden en el consumo de estos alimentos y controlar que niños y niñas coman de manera saludable, disfruten de vez en cuando de una golosina y cuidar que no sean futuros obesos, engrosando la lista del país de las aguas frescas y los ricos tacos (quizá con verduras, vaya mejor).
Fuente: Vanguardia
Foto: cri-crii (cc Flickr)