Dicen sabiamente por ahí, que no es tanto aquello de comer menos, es saber comer y hacerlo mejor. El truco es acelerar tu metabolismo que está muy dormido con nuestra vida sedentaria, nuestra comida procesada y la falta de movimiento en general. A veces ni siquiera es que comas mucho para haberte ganado ese sobrepeso. Para nada, el problema es comer poco, en desorden y todo lo que en realidad no te alimenta. Por ejemplo, es así como México llegó a al primer lugar de obesidad en el mundo, cuestión de comer muy mal y no saber cómo.
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Pero no hay que sentirse mal: nadie nos enseñó cómo comer bien. Las costumbres que nuestras madres y abuelas tenían con los alimentos muchas veces no coinciden con lo que sabemos de nutrición. En sus tiempos, un niño sano era un niño regordete, y ahora sabemos que es totalmente lo contrario.
Así que lo primero es deshacernos de paradigmas y aceptar que quizás tenemos algunos conceptos equivocados. Empezando por ahí, empecemos con algunos hábitos que ayudan a hacer que tu metabolismo se mueva más rápido. Y si es muy lento, que al menos se mueva.
Horarios de comida
No es tanto que no creamos en los horarios de comida, más bien que la vida moderna nos impide ser estables con ellos. El problema no es que “acostumbres” a tu cuerpo a comer siempre a las 2 en punto. La cosa está en que necesitamos comer algo más o menos cada cuatro horas, aunque el horario estable también ayuda. Desayuna bien antes de salir de casa, y llévate un snack saludable para comer a las cuatro horas, como unas nueces o frutas y verduras. El hecho de comer varias veces en el día mantiene tu metabolismo activo y despierto.
Balancea bien tu plato
Otro error es no saber cómo hacer esto. Muchas veces solemos hacerlo al revés, con una gran porción de carne y poca de verduras. La verdad es que debe ser hacia el otro lado. O sea, una gran porción de verduras y una pequeña de carne. De hecho, si comes proteína animal, la porción no debe ser más grande que la palma de tu mano. Lo que la acompañe debe ser lo suficientemente variado.
Buena comida
O sea, lo más fresca y menos procesada posible. Si se te hace muy caro, no olvides visitar el mercado que te quede cerca. Te puedes llevar muchas gratas sorpresas en lo que puedes ahorrar comiendo más fresco y balanceado. Comer algo bueno para ti es parte fundamental de acelerar el metabolismo. Tu organismo te lo pedirá.
Escucha a tu cuerpo
Una vez que empieces con estas acciones, tu cuerpo comenzará a reaccionar favorablemente, como es natural. Entonces, pon más atención. Comenzarás a sentir más rápido cuando te sientes satisfecho o tienes hambre. En ambos casos, hazle caso. Es lo mejor que puedes hacer. Una vez que te alejas de lo procesado y lo demasiado dulce, tu cuerpo pondrá nuevos límites. Te lo juro, no podrás más allá de aquello que tu cuerpo ya no quiere.
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Toma mucha agua
Aquí está la clave para perder peso sin batallar, si lo haces durante varios meses seguidos claro. Dejar refrescos y bebidas azucaradas. En serio, se los recomiendo ampliamente. Aunque a veces por reuniones y comidas familiares no pueda cuidar a la perfección lo que como, no hace demasiada diferencia siempre y cuando no deje el agua. Tu cuerpo se sentirá sumamente feliz de estar hidratado y cada vez sentirás menos necesidad de comer dulces.
Todos estos tips se los recomiendo mucho porque son mi forma de mantenerme y me ha funcionado. De las mejores cosas que pueden hacer por su cuerpo.
Foto: Londonmumsmagazine
