Aunque con las tecnologías actuales, las distancias se están acortando y cada vez estamos más cerca de los que están lejos. Y mucho más lejos de los que están frente a nosotros, cuando interrumpimos la conversación y nos fijamos más en lo que nos dicen Whatsapp, Facebook y Twitter.
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Y el problema es que creemos tenerlo bajo control y que no nos vemos tan groseros, por revisar el celular tan sólo unos segundos, ¿no? Hace unos meses tuve la peor experiencia relacionada a esto; un amigo apenas acaba de estrenar aifon, salimos a comer y durante todo el tiempo que estuvimos en el lugar, su mirada se despegó del celular si acaso 5 minutos en total.
Lo más chocante es hablar con alguien que mira a su celular y que encima te diga una tontería como: “Te estoy escuchando”. Para escuchar a alguien, creo yo, hay que mirarlo a los ojos. Si ya te tomaste la titánica tarea de liberar tu agenda para ver esa persona que tiene tanto tiempo que no has visto, deja el celular una hora o dos. En serio, no se va a caer el mundo. Ni tienes que revisarlo cada 3 segundos.
Claro, eso no significa que cada vez que vayas a un restaurante tengas que sentirte “incomunicado”, hay algunas situaciones en las que contestar el teléfono aplica, por ejemplo:
- Si esperas una llamada importante que ya tenías programada con anterioridad.Y en este caso tienes que avisarle a tus acompañantes con anticipación que recibirás una llamada. Y cuando llegue, discúlpate y atiende la llamada en la terraza del restaurante o en algún lugar donde no molestes a tus acompañantes.
- En caso de estar pasando por una situación importante extraordinaria esto quiere decir de verdad emergencias por las que necesitas tener el celular a la mano. Y claro, discúlpate al respecto
En cuanto a los mensajes de texto y otras redes sociales: abstente. Disfruta el momento, platica con tus amigos y escúchalos, de verdad. El mundo no se va a caer porque no revises tus mensajes un rato. Nada es tan urgente: aprovecha para desconectarte. No pongas el celular en la mesa.
Si fuera en verdad importante y urgente te marcarán. De otra forma, déjalo al final de la comida.
Si quieres realizar actividades como hacer check-in en Foursquare, o tomarle una foto a tu comida, hazlo rápido y guarda el celular. El resto del tiempo ignóralo. Si quieres tomar una foto grupal, espera a que todos hayan terminado de comer y no lo hagas por sorpresa.
Algunos restaurantes han comenzado a combatir este síndrome poniendo unas cajitas al centro de la mesa, donde se coloca el celular y tienen la leyenda escrita: “El primero en usar el celular paga la cuenta”. Es una excelente manera de deshacernos de este mal hábito que se ve terrible y arruina amistades, bueno, las que están ahí contigo físicamente. Yo sé que cuesta trabajo, pero no se dejen llevar.