Cuando era estudiante de letras, entre los ires y venires de los profesores que hablaban de los muchos títulos que habían leído, y que eventualmente habría que leer, muy pocos títulos despertaron mi interés como Nadie me verá llorar. Aunque el título tuvo que esperar algunos semestres para ser leído, ya saben, por la impresionante carga de lecturas que tiene un estudiante de letras promedio.
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Pero no dejaba de resonar en mi cabeza. Y es que su título tiene, y esto ha sido amplia y largamente discutido por infinidad de críticos, una fuerza muy sonora y un sentimiento auténtico. Es una propuesta del ser: nadie verá jamás mi debilidad.
¿Y quién es la persona a quién nadie verá llorar? Su nombre es Matilda Burgos, una mujer que viene de la tierra de la vainilla y que se encuentra desubicada en un mundo que ha cambiado muy rápido. Donde México ha pasado de pintar un esperanzador futuro industrial y de bonanza a uno del desencanto, el de la revolución que además de desilusión y desorden no ha dejado mucho más.
Se encontrará y desencontrará varias veces con Joaquín Buitrago, un fotógrafo adicto a la morfina que a la vez parece cansado de estos tiempos cambiantes. Son dos personajes que colindan en esa línea particular entre sentirse solo o sentirse como un loco.
El trabajo de Rivera Garza es trágico y bello. Nos lleva por un mundo que, al menos los que conocemos la ciudad de México creemos tener memorizado claramente, para darnos cuenta que oculta tantas voces valiosas que se han perdido en el tiempo. Voces, como la de Joaquín, llenas de ternura “> Joaquín quiere ser el esposo de la vainilla.”
Esta novela te hará preguntarte hasta qué grado puede la desolación colindar con la locura y si ser diferente no será un tipo de esta. Si un manicomio nos salva o nos recluye. Si será que dos locos se puedan encontrar en un mundo desordenado.
Cristina Rivera Garza es una autora mexicana originaria del norte del país y además tiene un doctorado en Historia Latinoamericana. Curiosamente, su libro surgió de su tesis doctoral, en el que ella investigó varios documentos del mítico manicomio de La Castañeda, donde se encuentran sus dos personajes principales. No es coincidencia que su retrato de la ciudad de México de principios de siglo sea tan vívido.
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De hecho, varios de estos documentos se van entrelazando con lo que sucede en la novela, que como mismo síntoma de delirio nos hará dudar entre lo que es real y lo que no. Más allá de los múltiples galardones que ha obtenido la novela, es uno de los trabajos de literatura más notables de la actualidad.
Nota aparte, lo pueden conseguir en la serie Maxi de TusQuets editores que es más barata que su colección normal.