Ustedes como yo también habrán escuchado de sus abuelos que las cosas antes duraban mucho más que las de ahora. Si bien a la llegada de la tecnología se avanzó a un paso veloz alcanzando cuestiones propias de la ciencia ficción, esto mismo modeló un mercado en donde los objetos son reemplazados por otros también con una velocidad impresionante.
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Lo desechable se apoderó del mundo acarreando un grosero consumo a un costo bastante alto para el medio ambiente. ¡Porque de alguna parte salen las materias primas! Algo que a menudo se nos olvida ante un hermoso producto de última generación que a las semanas pasará de moda.
Ante esta situación el español Benito Muros, creó su empresa en conjunto con otros 22 ingenieros internacionales, que desarrollaron la fórmula para fabricar una línea de iluminación aplicada a la tecnología Led que tiene una duración de por vida. El hallazgo supone un nuevo concepto de modelo empresarial basado en la NO obsolescencia programada.
Muros explica que el concepto nació en 1920 de la mano de los banqueros, que prestando dinero a los pequeños comerciantes, les aconsejaron tener controlado el ciclo útil del producto para generar más mercado con la oferta de un nuevo producto.
Ya tenían controlado todo el ciclo de vida del producto. Pero querían más y decidieron acortar la vida de los productos. Así llegamos a los años setenta, en que el 80% de la riqueza del mundo se concentraba en el 20% de la población… Los Bancos que tienen empresas y empresas que tienen bancos: las multinacionales, que hacen que los productos duren menos y se vendan más. El resultado es la explotación de los recursos de la Tierra y toneladas de residuos innecesarios que se están cargando el planeta.
Esta tremenda conclusión y la bombilla o ampolleta que le sirvió de inspiración pues hace 111 años se encuentra encendida en un parque de bomberos en Livermore (California) lo hicieron llegar a la confección de su propia empresa Sin Obsolescencia Programada donde la ampolleta o bombilla que ahorra un 92% respecto a las bombillas incandescentes, un 68,42% respecto a las de bajo consumo y emite un 70% menos de CO2 a la atmósfera porque trabaja con muy pocos grados de temperatura, es el producto estrella.
Esta revolución le ha valido el odio de sus competidores e incluso ha recibido amenazas de muerte que ya se encuentran siendo investigadas por la policía.
Te dejamos el documental de Cosima Dannoritzer, “Comprar, tirar, comprar”. ¡Míralo antes que nuevamente sea bajado! Ya sabes cómo el mercado se protege de los usuarios despiertos que entienden por fin cómo estamos siendo manipulados y el impacto ambiental que esto produce:
Fuente: “Todos los aparatos electrónicos están programados para morir” (La Vanguardia)