Típico, después de una rica comida aparece un deseo instantáneo: agüita de hierbas. Estas mágicas infusiones sirven para todo, incluso para esos días de frío, arreglar algún desajuste estomacal, o simplemente disfrutar de sus propiedades.
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Existe un variopinto de tipos de hierbas como cualidades poseen. Para tranquilizar, desinflamar, limpiar la sangre, en fin, su variedad -y la fe con la que se tomen- marcan la diferencia a la hora de disfrutar de estos líquidos.
Las abuelitas recomiendan no mezclar más de tres hierbas a la vez, de esa forma no se pierden sus amables características. Además, si prefieres endulzar este natural brebaje se recomienda elegir la saludable miel antes que el azúcar y así conseguir mayores beneficios para tu cuerpo.
¿Cuáles son algunas de ellas? Acá una lista que te ayudará a elegir a tu mejor hierbita aliada y conocer otras que potencialmente te podrían ayudar.
Menta: La madre de las hierbas para después de almuerzo gracias a sus propiedades para eliminar flatulencias y optimiza las funciones digestivas. También, es utilizada en gastronomía para condimentar guisos y aromatizar postres.
Manzanilla: ¿Le duele algo? Pues bien, ahora es el tiempo de probar remedios naturales como esta floral hierba la cual es una de las más empleadas en el mundo. Sus cualidades antiinflamatorias, sedantes y antiespasmódicas las hacen una de las más completas a la hora de preparar su infusión.
Romero: Una opción segura si queremos ayudar a relajar los nervios y, de paso, aromatizar nuestro ambiente; es incluso un elemento decorativo por su forma y aroma.
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Valeriana: Si existe una hierbita que le recomendamos después de la cena es la Valeriana, porque su mayor beneficio es el sedante. ¡Ojo!, sus propiedades relajantes son muy altas, por tanto no abuse de esta infusión y así evitar andar chocando en la calle o quedarse dormido/a en la oficina.
Tilo: Su fruto y flor es lo que nos proporciona una infusión digestiva y que, además, nos tranquiliza. Muchas mujeres la eligen para mitigar los malestares del periodo menstrual.
Ahora, elegida su agüita, ¿cómo la prepara?
Caliente: Ponga su hierba escogida en una taza con agua caliente y espere de 5 a 10 minutos(si está fresca échele una lavadita antes de preparar). Tape su taza para que no se evaporen sus bondadosas propiedades.
Fría: La misma preparación anterior, pero esta vez dejar enfriar y conservar para beber durante el día.
La mayoría de estas hierbas son fáciles de encontrar en sus versiones frescas o secas, además de otras presentaciones en forma de aceite.
Una natural y sabrosa opción para toda hora, especialmente después de nuestras comidas.
Fuente: Alimentación Sana