Las catas de vino pueden ser un mundo paralelo al que todos conocemos. Lo que en los comics o películas fantásticas enseñan como un mundo muy similar pero en el que, realmente, nada funciona igual que en el nuestro.
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Uno de los problemas principales en el aprendiz de cata de vino es el de plasmar las ideas, sabores, aromas, características del vino en palabras concretas. De ahí que os haya preparado un diccionario básico para que podáis enfrentaros a una cata de vino en las mejores condiciones.
Abocado. Un vino que tiene sensaciones azúcaradas.
Acerado. Es un tipo de coloración que presentan los vinos blancos, en especial los jóvenes.
Amable. Un vino que se bebe con facilidad.
Amplio. Es un vino completo, lleno de matices y de calidad.
Aroma. Por si hay alguna duda, el aroma es el olor que desprende, haciendo referencia a que es agradable.
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Aromático. Es un vino con mucha capacidad de expeler aromas.
Astringente. Son los vinos que producen sequedad debido a la aparición de taninos.
Aterciopelado. Vinos de tacto suave y sedoso.
Capa. Intensidad del color de un vino.
Carnoso. Vinos plenos y con mucha presencia en boca.
Cerrado. Parco en aromas, los cuales deberían desprenderse tras un periodo de oxigenación.
Corto. Sin persistencia, con una frugal estancia en la boca.
Elegante. Vino con armonía, sin pinos ni estridencias, se le conoce como vino redondo.
Equilibrado. Ningún componente del vino sobresale por encima de otro.
Herbáceo. Carácter aromático que recuerda a la hierba.
Ligero. Vino con poco cuerpo y alcohol.
Vigoroso. Un vino con gran poder alcohólico.
