Parecía apetitoso y lo mejor, mucho más barato que otras variedades. Entonces, lo eché al carro. En la casa hice lo que siempre hago cuando se trata de un pescado. Lo lavé y como su sabor no era como para comerlo crudo en tiraditos o ceviche, lo lancé a la sartén. Me pareció curioso, pero no preocupante que comenzara a salir una espesa espuma. No digamos que estaba demasiado sabroso, pero me atribuí la responsabilidad.
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La etiqueta decía “Blanquillo” y más abajo revelaba el nombre original: “pangasius”. La cadena de supermercados Líder, falseaba el dato duro. Algo de sospechas levantó este asunto y me encontré con que en la Internet ardían los comentarios sobre lo dañino que este pez se había vuelto para la salud producto de la contaminación del Río Mekong de donde proviene y de la alimentación que recibe . Pese a esto, Jumbo, otra cadena de supermercados lo vendía con el nombre correcto: Pangasius.
El Río Mekong es el río más largo del sudeste de Asia y atraviesa desde el Himalayas hasta China Meridional. Estos lugares están bien lejos de su virginal pasado y hoy se ven envueltos en una violenta contaminación de residuos industriales y en una sobre explotación de sus recursos pesqueros.
El panga (Pangasianodon hypophthalmus) tiene una producción de un millón de toneladas al año (por lo que se entiende las externalidades negativas en la pauperización de las condiciones laborales de quienes están en la cadena de producción) y el Pez Gato del Mekong (Pangasianodon gigas) de casi dos metros de largo se encuentra “En peligro crítico” desde 2003 en la lista roja que realiza el IUCN .
Se sabe que estas especies son caníbales, por lo cual, es común que sean alimentados con animales muertos y harinas vegetales y animales de baja calidad. Comen “de todo”. Pero lo más preocupante no es eso. Sino que el Mekong es el vertedero de cientos de industrias textiles y otras que vierten arsénico, metales contaminantes, fenoles policlorados (PCB) o DDT y sus (DDTs), clorato, compuestos relacionados (CHLs), hexaclorociloxano, isomeros (HCHs) y hexaclorobenceno (HCB).
Después de examinar las aguas de los pozos que se encuentran a lo largo del río Mekong, el cual atraviesa los territorios de Laos, Camboya y Vietnam, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y los gobiernos de dichos países han llegado a la conclusión de que 1,7 millones de personas se encuentran en riesgo de envenenamiento por arsénico, cuyas consecuencias a largo plazo incluyen lesiones y el cáncer de piel.
Las pesquerías del río Mekong experimentaron una baja de dos tercios de la producción a causa de los embalses, la deforestación y la conversión de 1.000 kilómetros cuadrados de manglares en arrozales y estanques piscícolas, que ahogan en pesticidas la flora y fauna del río.
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El 21% de la población vietnamita está expuesta a un nivel más alto de arsénico de lo aprobado por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 10ppb (partes por mil millones). No se encuentra solamente en el agua subterránea, sino que también, en el agua embotellada, agua del grifo, incluso en el pescado, según información revelada por el Ministerio de Sanidad de Vietnam.
El Mercado del Panga
Otra cuestión preocupantes es que al igual que la industria del salmón, o de todo animal de criadero, se le aplican antibióticos super poderosos que llegan a nosotros haciéndonos resistentes a un eventual tratamiento médico. Por si fuera poco alegan que el pescado no tiene un valor nutricional importante y que es consumido generalmente por su falta de espinas y de piel que lo hacen más fácil de cocinar.
En Europa donde hay una amplia aceptación en el mercado, ya se han levantado voces de alerta de las mismas asociaciones de pescadores locales. Por ejemplo en Galicia, España, se extrajeron muestras de este pescado para su análisis, adquiridas en diferentes supermercados teniendo como resultado que en 6 de las 8 muestras de panga se encontró la presencia de listeria monocytogenes, bacilo causante de la listeriosis, así como, en una de ellas, además, restos de la bacteria portadora del cólera (Vibrio cholerae). Quizas una de las razones por las que los envases tengan -puedes verlo en la foto de portada- la advertencia de “Consumir COCIDOS”.
Podemos pensar que se trata de un boicot para que los mercados internos tengan un flujo de demanda óptima, expulsando la importación asiática del panga, pero cuando tenemos como antecedente que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) afirma que se encontró trifluoralina, un herbicida prohibido en Europa, y que las trazas de mercurio han ido en aumento, recomendando no consumir el Pangasius, hay que preocuparse y evitarlo.
Varias cosas a considerar al respecto:
- Sabemos que un hábitat contaminado es capaz de permear en la cadena trófica lo que indefectiblemente llega hasta nuestro organismo si es consumido.
- La huella de carbono del pangasius al provenir de una latitud tan distante lo hace solo considerando ese aspecto, un producto insustentable.
- El precio de mercado es tan bajo que podemos presumir las condiciones laborales a las que son sometidos quienes están involucrados en su cadena de producción.
- La sobre explotación tanto del panga, conlleva a la utilización de métodos de crianza extremos, en donde las hormonas y los antibioticos son piedra angular.
- El pez gato o Pangasius se encuentra en peligro crítico de extinción.
- Los mercados locales se ven afectados por las importaciones de recursos de otras latitudes que tienen todo este tipo de contras para el consumidor a pesar de ser nominalmente “más baratos”.
Finalmente, una reflexión. Si no convirtiéramos todos nuestros recursos pesqueros en harina de pescado para alimentar ganado, disfrutaríamos de nuestra deliciosa merluza y todos aquellos productos del mar que comían en abundancia nuestros abuelos, antes de estar contaminados por los residuos de las industrias mineras y las centrales termoeléctricas, porque si bien el panga es un producto contaminado, tenemos que reconocer que nuestras costas también son un hábitat que carga con residuos tóxicos.
PAPERS: Magnitude of arsenic pollution in the Mekong and Red River Deltas — Cambodia and Vietnam
Link: Los 11 ríos más contaminados del planeta
Chile: Recursos marinos envenenados por contaminación en Ventanas
Fuente: Contaminantes en los filetes de pescado (OCU)