El K9 es una maravilla. Todo lo que un ciudadano de a pie podría querer para hacer de su vida cotidiana una experiencia agradable. Si bien todos sufrimos ante el abrupto arribo del Transantiago el cual hasta ahora tiene graves problemas de frecuencia, debemos reconocer que fue un cambio positivo frente a las “micros amarillas”, las cuales hacían frenéticas carreras por pasajero, eran altamente contaminantes, peligrosas y muy, muy ruidosas. Si en algo contribuyó el cambio de sistema de transporte, fue en la reducción de la contaminación acústica. Ahora sí se puede conversar en el centro de Santiago de Chile.
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Su batería Fe y un equipamiento inteligente de regulación de energía mediante distintos sistemas, generan una reducción íntegra de las emisiones de carbono contaminantes, llegando a nivel cero. Asimismo, puede recorrer 250 kilómetros sólo con su carga eléctrica, y se demora apenas 30 minutos en recuperarla completa a través de un sistema especial de electricidad.
K9 es parte de la flota de vehículos más grande del mundo en Shenzen, China, además de estar presente en Alemania, Dinamarca, Israel, Canadá, Estados Unidos, Uruguay, Brasil y Colombia, entre otros, y en las próximas semanas se iniciarán las pruebas de factibilidad que entregarán datos e información relevante para que el modelo sea adaptado a la ciudad de Santiago.
¿Se dan cuenta? Sería esplendido tener esos doce metros de sustentabilidad recorriendo las calles de la capital para descontaminar y hacer de los trayectos una cuestión más amigable. Esperemos que resulte y que en el camino no ocurra ningún drama con las licitaciones ni entre operadores, servicios y organismos públicos y empresas privadas y podamos gozar de la tecnología aplicada al bienestar del ecosistema, en este caso urbano.
Fuente: Ya llegó a Chile Bus totalmente eléctrico (Tacometro)