Un reciente estudio que señala que una toxina presente en el veneno de las abejas puede matar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) armó un gran alboroto en los medios de comunicación la semana pasada, pero algunos veteranos de la lucha contra el VIH/SIDA advierten que los hallazgos iniciales siempre se deben manejar con cautela.
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La investigación en cuestión fue publicada recientemente en la revista Antiviral Therapy por científicos de la Washington University School of Medicine en St. Louis. La noticia alcanzó los titulares principales tan sólo unos días después de que el gobierno federal afirmara que un niño había sido “funcionalmente curado” de VIH gracias a meses de medicamentos antirretrovirales. Por lo general, estos tratamientos permiten a las personas gestionar sus infecciones, pero no son una cura.
De acuerdo a los autores del estudio, la toxina en el veneno de abeja, llamado melitina, fue letal para el VIH en las pruebas de laboratorio. La melitina se cargó en nanopartículas e insertada en células humanas. Cuando estas nanopartículas con melitina entraron en contacto con células normales, no causaron daño. Pero cuando entraron en contacto con el VIH, destrozaron la capa protectora del virus y lo mataron.
“Estamos atacando una propiedad física protectora inherente del VIH”, dijo el doctor Joshua L. Hood, instructor de investigación en medicina de la Washington University. “En teoría, no hay ninguna manera del virus de adaptarse” para derrotar a la toxina, agregó, señalando que “el virus debe tener un escudo protector”. La nueva terapia con veneno de abeja podría ser administrada mediante un gel vaginal tópico o por medio de una inyección al torrente sanguíneo de una persona infectada por el virus, indicó el Hood y colegas.
El 3 de marzo, el National Institutes of Health publicó un artículo donde afirmaba que un niño que había nacido con VIH había sido “funcionalmente curado”, es decir, no tiene niveles detectables de virus o cualquier otra enfermedad. En este caso, el bebé -quien dio positivo para VIH varias veces- recibió tres tipos de medicamentos contra el VIH al momento de nacer. Luego continuó un tratamiento por 18 meses en su hogar. Cuando el niño fue visto por un médico en septiembre/octubre de 2012, no habían niveles identificables de VIH en su cuerpo.
La epidemia mundial de VIH/SIDA alcanzó su punto máximo alrededor de 1999, según un informe del año 2010 del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/SIDA. Sin embargo, en 2009, a pesar de los importantes avances en prevención y tratamiento, sucedieron 2,6 millones de nuevas infecciones, la cantidad de personas que viven con esta enfermedad alcanzaron la cifra de 33 millones y 1,8 millones murieron.
Paper: Cytolytic nanoparticles attenuate HIV-1 infectivity
Fuente: HIV solution from bee venom? ‘Too soon to tell’ despite Internet buzz (The Washington Times)