Es cierto que lo utilizamos en varias recetas de la comida asiática, pero no siempre es fácil y rápido prepararlo para incorporarlo a la olla o el sartén. Aquí te dejamos varias útiles técnicas que te facilitarán el trabajo y probablemente harán que utilices más el jengibre en tus comidas.
PUBLICIDAD
Con una cuchara
Esta técnica permite pelar el jengibre, sacando solamente la piel de esta raíz, y así poder utilizar toda la parte carnosa del jengibre. Da vuelta la cuchara y con la parte curva mirando hacia tí, comienza a rasgar la piel. La cuchara te permitirá llegar a todas las partes, incluso las más protuberantes o curvas.
Con un pelador de vegetales
Esta manera es un poco más tediosa que la de la cuchara y probablemente agarre más carne de la raíz de la que queremos, ya que el corte será más grueso. Ten cuidado en las protuberancias y curvas, ya es el momento en que puedes dejar resbalar el pelador y cortarte.
Picarlo a mano
Corta el jengibre en forma de monedas delgadas, usando un cuchillo largo y afilado. Luego pon estas monedas en una tabla y corta en palitos y luego en cuadraditos pequeños. Puedes apilar varias “monedas” para avanzar más rápido, pero no demasiadas porque puedes perder el control de tu cuchillo.
Picarlo con el rallador
El rallador es una útil herramienta si quieres un jengibre muy fino, casi un puré. Asegúrate de rallarlo sobre una tabla ya que la pulpa tendrá un poco de jugo. Este método es el que usan muchos cocineros en la cocina tradicional asiática.
Fuente: “How to peel and mince fresch ginger” (The Kitchn)