A fines de noviembre de 2012 el gobierno de Barack Obama vetó de forma temporal a British Petroleum (BP) de la posibilidad de obtener nuevos contratos federales. Entre las razones están “falta de integridad en los negocios” y la conducta de la empresa en el desastre del Golfo de México de 2010.
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La sanción, sin embargo, tiene años de elaboración. BP ha sido condenada penalmente en cuatro ocasiones anteriores, incluyendo una explosión en 2005 en Texas que mató a 15 trabajadores, y la Environmental Protection Agency (EPA) consideraba procedimientos de inhabilitación más amplios por lo menos desde ese mismo año.
La agencia estaba cercana a un baneo respecto a un contrato en enero de 2010, sólo unos meses antes de la tragedia de la plataforma Deepwater Horizon, que mató a 11 trabajadores y dejó más de 200 millones de galones de petróleo en el mar.
“Esto no es sólo acerca de la plataforma Deepwater Horizon, sino sobre un montón de cosas y un montón de partes de BP”, declaró un ex funcionario del gobierno familiarizado con el proceso de inhabilitación.
Una suspensión limitada de contratos con el gobierno para una instalación específica o sus operaciones auxiliares, lo que se llama suspensión y exclusión, es una práctica habitual luego de una condena criminal.
BP se declaró culpable el 15 de noviembre de 2012 de los cargos federales de homicidio y mentir al Congreso estadounidense y acordó pagar más de 4 mil millones de dólares en multas relacionadas con el accidente de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, que mató 11 trabajadores y vertió más de 200 millones de galones de crudo en el mar del Golfo de México. Tres de los directivos de la compañía también fueron acusados penalmente.
Pero las sanciones anunciadas a fines de noviembre apuntan a la corporación BP en su totalidad, empresa con casa matriz en Londres y 21 filiales internacionales, y reflejan la desconfianza en sus operaciones, dudas que se han acrecentado durante más de una década. En ese sentido, los cercanos al caso señalan que el anuncio fue significativo.
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Todo se produjo horas antes de que el gobierno estadounidense vendiera nuevos derechos de perforación en el Golfo de México y al parecer estaba destinado a evitar que BP, el mayor arrendatario en el Golfo, expandiera sus operaciones en él hasta que todos sus problemas operacionales se resuelvan.
Fuente: Latest Sanction Against BP Goes Beyond Gulf Spill (ProPublica)