Durante las últimas décadas, en los hospitales se ha observado el surgimiento de nuevas bacterias y microorganismos altamente resistentes a los tratamientos tradicionales, lo cual genera enfermedades más largas y un mayor riesgo muerte de los pacientes. Según la Organización Mundial de la Salud, el uso inadecuado e irracional de los antibióticos ha generado las condiciones favorables para la aparición de este fenómeno.
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En la búsqueda de nuevas soluciones para este problema emergente, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Andrés Bello logró crear un nuevo compuesto de tamaño nanométrico, el cual demostró tener actividad antimicrobiana al entrar en contacto con bacterias altamente resistentes a los tratamientos.
Para la elaboración, los investigadores combinaron dos tipos de nanopartículas conocidas por su potencial uso tecnológico: nanotubos y puntos cuánticos. El primero, un nanotubo de aluminosilicato quese encuentra de forma natural en los suelos del sur y presenta una alta afinidad para adsorber cationes, tales como iones de cadmio. Por su parte, los puntos cuánticos son nanopartículas muy pequeñas con propiedades semiconductoras, capaces de emitir fluorescencia.
El objetivo de los investigadores era saber si el nanotubo podía actuar como matriz de crecimiento de los puntos cuanticos así como vehículo para que estas nanopartículas luminiscentes se incorporaran a las bacterias y tuvieran algún efecto sobre ellas. Para eso, realizaron ensayos in vivo con un set bacterias multirresistentes a los antibióticos que incluyó a la Salmonella typhimurium, responsable de la Salmonelosis; y el Acinetobacterbaumannii y la Pseudomonasareuginosa, bacterias que pueden producir neumonía y otras infecciones graves en personas con el sistema inmune debilitado.
“Descubrimos que este composito nanohíbrido tuvo actividad antimicrobiana para bacterias multirresistentes mostrando una mayor selectividad por la cepa de Pseudomonasaeruginosa. Las cepas con las que trabajamos son altamente resistentes a antibióticos y a metales por lo que este descubrimiento podría tener insospechadas aplicaciones en el área de la nanomedicina”, explica la Dra. Daniela Geraldo, investigadora del Departamento de Ciencias Químicas de la Universidad Andrés Bello y autora principal del estudio publicado en la revista científica Journal of Nanoparticle Research.
Esta investigación fue financiada por el Proyecto Fondecyt de Postodoctorado 3100037 y por el Núcleo Milenio de Ingeniería Molecular y Química Supramolecular.
Alexis de Ponson du Terrail M. Periodista. Facultades de Ingeniería, Ciencias Exactas, Ciencias Biológicas y Ecología y RRNN. Dirección General de Comunicaciones. Universidad Andrés Bello