Trash the dress, Rock the frock o Fearless bridal es la manera en la que se conoce a una sesión de fotos donde el elemento principal es el vestido de novia contrastando con un ambiente o fondo arriesgado; es decir, el escenario es un lugar a donde probablemente no irías con el vestido puesto antes del día de tu boda por miedo a arruinarlo.
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En los últimos años, la tendencia ha crecido notablemente en México y cada vez más novias optan por contratar a un profesional que pueda hacer con ellas y con sus vestidos una maravilla pictográfica.
Olviden las fotos junto a un árbol frondoso o sobre una carroza: Trash the dress se trata de meterse al mar, cenotes o adentrarse a edificios abandonados y sacarle hasta la última gota de jugo a tu ajuar.
Aunque los resultados puedan ser maravillosos, elegir una sesión de fotos Trash the dress es prácticamente renunciar a tu vestido, algo que muchas de nuestras mamás y abuelas jamás habrían considerado, pues en muchas familias aún existe la tradición de pasarse los vestidos de generación en generación.
Sin embargo, también es una excelente opción para tener un recuerdo increíble de tu vestido sin tener que mantenerlo guardado en el fondo de tu clóset por los siglos de los siglos, pagando la tintorería cada cierto tiempo y sabiendo que difícilmente vuelva a servir alguna vez en la vida. A menos, claro, que no tengas ningún problema con compartir tu vestido o quieras venderlo o donarlo, para aquellas mujeres que buscan vestidos de novia usados.
Muchas aún pueden sentir que es un desperdicio hacerle semejante salvajada a su vestido de novia, pero para quienes ya estén coqueteando con la idea recuerden elegir muy bien al fotógrafo que estará a cargo de la sesión: Pídanle muestras de su trabajo y estén convencidas al 100% de las ideas que les proponen ya que no habrá una segunda oportunidad. A menos, claro, que ya estén considerando pisar el altar más de una vez.