El Informe Especial “Plástico: el doble filo” realizado por Amaro Gómez-Pablo (TVN oct 30) me conmovió de forma profunda. Tengo en mi mente la imagen de las gaviotas muertas, con su guatita abierta, mostrando trozos de plástico, tapas, cantidades de basura plástica que uno no imaginaba que una gaviota pudiera ingerir y seguir funcionando. Espantoso.
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Y con esa imagen y esa angustia, me enfrento a las 5o 6 bolsas de materiales para reciclar que salen semanalmente de mi casa. ¡Es increíble la cantidad de basura que genera una familia de cuatro personas! Y eso, haciendo un esfuerzo para evitar consumir más de lo necesario, reusar todo lo posible, y separar y llevar al Punto Limpio para evitar generar basura.
Lo primero, claro, una reflexión: ¿Hacemos lo suficiente para reducir y reusar? A todos nos pone los pelos de punta ser la causa de la muerte de esas gaviotas, incluso ser la remota causa de esos delfines o tortugas atrapados entre plástico, y nos ponemos manos a la obra a redoblar esfuerzos para consumir mejor.
Ahí me enfrento a los innumerables frascos de limpiadores (para vidrios, pisos, grasa, baños, cocina, sarro, blanqueador, quitamanchas para telas de color, desinfectante, …..una lista de nunca acabar), shampoos (pelo seco, normal, graso, acondicionador para evitar caída, para brillo, para pelo lacio….), bolsas y bolsitas (¿a qué horas compramos tantas bolsas?), y no paro de ver en mi mente las tapas en la guatita de las gaviotas.
¿Qué tal un limpiador que sirva para muchas superficies? ¿Y será que de verdad vale la pena tanta especialización en el shampoo?
Pero resulta, además, que no solo compramos demasiados productos, sino que cerca del 90% de las cosas que compramos se descarta en los 6 meses siguientes a la compra. Increíble.
En Chile cada uno de nosotros genera cerca de un kilo diario de basura. Reciclamos apenas un 12% de los empaques, y reciclamos solo aquellos productos que tienen valor comercial, como el plástico de las botellas de bebida (PET), cartón, papel, y aluminio, como el de las latas de bebida. Necesitamos con urgencia sistemas de reciclaje masivo que cubran todos los demás productos que no deberían terminar en la basura.
Viene a la mente empresas como Patagonia, de ropa deportiva, que tiene una campaña maravillosa: ¡Compra menos! Patagonia invita a sus clientes a pensar dos veces antes de comprar, a traer de vuelta sus productos para que ellos los reciclen, y a hacer un esfuerzo común: Patagonia se compromete a diseñar productos que duren más y a reciclar o reusar lo que sus clientes le traigan, y pide a sus clientes comprometerse a su vez a comprar mejor.
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Y esto me lleva al mensaje central de este artículo: apoyemos la REP!!!! No, no se trata de un conjunto de música, ni me quede en la mitad de la frase: la rep….rep….rep… Se trata de cambiar la ley de residuos en Chile, incluyendo la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), para que los productores se hagan responsables del impacto ambiental y sobre la salud de sus productos y de los empaques, desde el proceso de producción hasta después del uso, es decir, a lo largo de todo el ciclo de vida.
Esta ley busca promover la conservación de los recursos naturales, motivando a las empresas para que diseñen productos que se puedan reusar y/o reciclar fácilmente al final de su vida útil. Invita a las empresas a tener en cuenta qué pasa después de que el consumidor usa el producto, y a pensar cómo hacer para competir en el mercado, incluso haciéndose cargo de los empaques.
Los consumidores tenemos la oportunidad de hacernos cargo de lo que compramos y de la basura que generamos, y los productores tienen la oportunidad de diseñar mejor, pensando en cómo ofrecer productos y servicios con una huella ambiental mejor. Hagámonos cargo y apoyemos la REP.