Si bien es una buena noticia que viene a reducir los efectos de la sequía y la escasez, la desalación de aguas marinas para el consumo humano considera un fuerte impacto en el medio ambiente por la generación de salmuera densa que daña la flora y fauna de donde se desarrolla la técnica. Esto se conoce dado a la experiencia en Islas Canarias donde ha sido llevada a cabo de forma pionera y se investigan los métodos para aminorar sus daños.
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Un 97,5% del total del agua del planeta es salada y solo 1% es agua es apta para el consumo humano. Por eso el perfeccionamiento de la desalación es un imperativo sobre todo para las empresas que venden agua potable. Es el caso de “Desaladora del Sur” que ya consiguió que La Comisión de Evaluación Ambiental de Antofagasta diera el vamos a su construcción que promete abastecer en un 100% la demanda de agua potable.
La inversión es de unos 120 millones de dólares y se ubicará en el sector de La Chimba donde ya existe una planta de similares características. Esta zona se caracteriza por sus grandes contrastes. La pobreza y un inmenso vertedero ha sellado el paso hacia la Reserva Nacional Quebrada de la Chimba, donde existe un microclima costero que permitía una rica diversidad que dejaba ver guanacos, zorros y lechuzas. Esperamos que dentro de ese monto se incluyan planes de mitigación y conservación.
Link: Prueban cómo generar menos impacto ambiental con la desalación del mar
Fuente: Aprueban planta que convierte el agua de mar en agua potable en Antofagasta (Diario PYME)