Si bien comparto eso de que las paredes son el cuaderno del ignorado o que los extramuros contienen todo aquello que la sociedad rechaza desde su postura decimonónica, los graffitis son la mayoría de las veces de una contaminación visual difícil de soportar. Hay muchas excepciones en el mundo y es hora que por estos lados se comiencen a imitar.
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Por ejemplo, en Sudáfrica van directamente en busca de las murallas más sucias de su ciudad y a través de stencils o a mano alzada, limpian esas estructuras formando figuras. En una ciudad de California hicieron un graffiti de guerrilla en una represa en desuso muy sutil y contestatario sin afectar el entorno ni rayar demasiado la superficie. Más asombroso resultan los graffiti de Manila donde están hechos con una pintura capaz de absorber el smog del aire.
Pero cuando uno simplemente se saca el sombrero y aplaude de pie, es cuando conoce el graffiti hecho de musgo que se muestra con todo su poder verde y artístico en Mosstika.com.
En este caso el graffiti está hecho en una superficie hecha de miles de LED iluminados por el contacto del agua. Se puede utilizar un pincel, un atomizador de agua, los dedos o cualquier cosa húmedo para esbozar un mensaje brillante.
Water Light Graffiti es un muro para mensajes efímeros en el espacio urbano sin deteriorarlo. Ya sabes, varias ideas para que expongas lo que quieras desde la amplitud de la pared sin generar más que admiración y apoyo.
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