Los ánimos están caldeados en muchas partes del mundo. La guerra se ha apostado con su inevitable ridiculez y sus dramáticos costos para los inocentes, ya sean personas, animales o los mismos hábitats. Por otro lado la protesta pública también se ha activado causando estragos tanto por parte de la represión como por la del clamor de un sector de la población más radical.
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¿Aburridos de bombas lacrimógenas, objetos incendiarios, piedras, barricadas tóxicas, lanzaguas que malgastan el recurso, caballos y perros puestos en peligro y todo el arsenal para repeler las demandas populares, o bien, para generar violencia como poder de las masas? Hay una forma efectiva y pacífica de hacerle la guerra al baldío, al negligente habitar en la fealdad. La bomba de semillas.
Si bien no dará mejores condiciones a los estudiantes, cesantes y trabajadores (las marchas e “incidentes” parecen tampoco surtir ningún efecto), habrá mejores condiciones ambientales y bienestar, ya que las áreas verdes aumentan nuestro sentimiento de felicidad.
Esta genial idea puede ser puesta en marcha justamente por estos días, cuando la tierra se prepara para recibir a la primavera. En la segunda semana de agosto podrás lanzar estas bombas de semillas por todas partes haciendo un acto revolucionario que la naturaleza agradecerá. Puedes elegir además, qué semillas utilizar. Pon atención a esta infografía: