Al parecer en la Gran Manzana, la gente no acepta las intromisiones en su libertad de elección, aún si son medidas ideadas para evitar la obesidad, un problema real y muy grave en Estados Unidos.
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Ayer por la tarde, cientos de personas marcharon en contra de la propuesta del Alcalde Bloomberg de prohibir las bebidas gaseosas azucaradas de más de 454 milímetros (16 onzas) de restaurantes, franquicias de comida rápida, cines, carros callejeros y estadios. Esta controversia se da ya que para muchos esta medida no ayudará a reducir los niveles de obesidad y la ven como una intervención a su libertad personal para elegir lo que quieran consumir.
El nombre de la protesta fue “La marcha del millón de Big Gulps”, una bebida gaseosa emblemática de la cadena de supermercados “7 Eleven” que prometen saciar hasta “la más diabólica sed”. Y cómo no, si los tamaños de estos refrescos son gigantes, el Big Gulp es de 852 milímetros (30 onzas) y el Double Gulp llega a 1,420 litros (50 onzas). Todos los manifestantes iban tomando un Big Gulp en la marcha donde participaron hasta familias con niños. Cabe decir que los “Big Gulp” no serán afectados por la prohibición, si es que esta es admitida, ya que no afecta la venta de bebidas en almacenes, supermercados o tiendas de abarrotes.
Te dejamos algunas imágenes de la marcha:
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