José Mujica para muchos ya es un crack. Bajo su mandato se abrieron las puertas del Palacio de Gobierno para que los indigentes se refugiaran del frío, ingresó un proyecto para la legalización de la marihuana con el fin de que el Estado tenga el control de la calidad, cantidad y precio para acabar con el tráfico y ahora, planteó fuerte y claro en la Cumbre medio ambiental Río + 20, inaugurada por el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon, en Río de Janeiro, Brasil, ante la atenta mirada de representantes de 139 países presentes que “el actual modelo de desarrollo y de consumo de las sociedades ricas es el que agota los recursos naturales del mundo”.
Para muchos excéntrico, pues continúa viviendo en su modesta morada y manejando un cacharro para de esa forma detentar el poder desde un prisma popular, Pepe es la contraparte del clásico gobernante. En Río + 20 no pudo sino marcar la reunión con su, lamentablemente hasta el momento, particular punto de vista. Ojalá muchos otros administradores del poder pudieran tener la fuerza para decidir en pro de lo que para él es el primer elemento del medio ambiente: la felicidad humana.