Este afamado cocinero piensa más allá de la alimentación y la cocina. Su leit motiv en este momento es cómo innovar a través de la gastronomía y es que está convencido que todavía no vemos todos los alcances que puede tener la gastronomía dentro de la sociedad. “Los que nos dedicamos a esto, aún no sabemos la dimensión que va a tener la cocina”, dijo hoy en su primer encuentro con la prensa chilena en Santiago.
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Partiendo de esta base, nos contó sobre su nuevo proyecto: El Bulli Foundation. Para Adriá, el cierre de su restaurante en 2011 no significó otra cosa el inicio de su proceso de transformación. El Bulli Foundation es una fundación privada, pensada como un centro de innovación y creatividad, “un centro experimental sobre los procesos, la eficiencia y la importancia de ejercer la creatividad. Esto es I+D”. La fundación tendrá dos bases, una en Montjoi donde estaba el mismo restaurante El Bulli y otra a algunos kilómetro en la localidad de Roses, el primero será el centro creativo y el segundo el centro expositivo de su trabajo.
En coherencia con su proyecto, arquitectónicamente también buscan ser diferentes, a cargo estará el arquitecto Enric Ruiz Gelli, experto en temas sustentables, ya que quieren ser lo más autosuficientes energéticamente posible -tratar de producir su propia energía – y emitir el mínimo de CO2.
Dentro del centro creativo, tendrán cuatro espacios destinados a distintos fines. El primero será el Idearium, espacio de unos 200 metros cuadrados destinado a generar y tener ideas, luego estárá el sector de Brainstorming, “un lugar para trabajar la creatividad”, según el propio Adrià, quien además cuenta que el equipo no tendrá más de 30 personas y de ellos solo 12 serán fijas. El tercer sector es loq ue el llama Worksharing, un espacio multidisciplinario, donde gente de distintas disciplinas (tecnología, marketing, diseño, filosofia, cocina) dialogará con el mundo de la cocina y por último, el cuarto espacio será la Cocina, donde se trabajará e innovará en procesos y técnicas de cociina. Algo muy importante -sobre todo para Adriá- es que toda la información se divulgará por internet, en una especie de Bullipedia, “una enciclopedia que guarda todo el trabajo creativo y que servirá para inspirar a otros profesionales de la cocina a crear”. Además, habrá una instancia donde la gente también puede colaborar y proponer sus ideas.
Para Adriá, todo el conocimiento y desarrollo que se produzca en la fundación está especialmente destinado a los “millones de cocineros en el mundo que no tienen tiempo” y a toda la gente que trabaja en gastronomía. A espera de abrirse en el 2014 El Bulli Foundation tendrá un presupuesto de 1 millón de euros al año.