Una buena noticia ante tanto tragadero de angustias siempre viene bien. Hemos escuchado toda la vida alusiones a que el vino es bueno. Es alimenticio, vasodilatador y antioxidante entre otras bondades. Lo mismo de la cerveza; es hidratante y depurativa. Para más abultamiento, supimos que beber, con moderación, podría “curarte” del asma.
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Una investigación científica que analizó 83.000 mujeres de mediana edad durante 26 años, publicada en la revista “Stroke”, concluyó en que aquellas que beben hasta siete copas de vino o cerveza por semana, son levemente menos propensas a padecer un accidente cerebrovascular (ACV) que las abstemias.
Esto puesto que el alcohol generaría este efecto al prevenir la formación de coágulos sanguíneos o alterar los niveles de colesterol.
Aunque todas las “chicha fresca” deben tener precaución en el consumo. “El alcohol es una espada de doble filo, dado que mayores niveles (de consumo) pueden aumentar la presión arterial y (las posibilidades de sufrir) fibrilación atrial, que son factores de riesgo del ACV”, indicó la autora de esta investigación.
De las aproximadamente 25.000 mujeres que nunca bebían alcohol, alrededor del 4 por ciento habían padecido un ACV en algún momento del período de estudio. En cambio, el 2 por ciento de las más de 29.000 participantes que habían tomado hasta media copa diaria en promedio sufrieron un ACV, mientras que entre las que consumían entre medio y un vaso diario de alcohol sólo una de cada 200 terminó experimentando un ACV.
Fuente: Mujeres que beben con moderación sufren menos accidentes cerebrovasculares (EMOL)