Los sabroso hongos, utilizados en sopas, guisos y ensaladas, también son un excelente material de empaque y se han convertido en el ingrediente clave de los ladrillos blandos que produce una fabrica de New York, usados para acolchar desde computadoras a muebles.
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Estos ladrillos se fabrican con micelio, que corresponde a la “raíz” oculta de los hongos. Eben Bayer y Gavin McIntyre, dos estudiantes de ingeniería mecánica y diseño, descubrieron la forma de cultivar estos filamentos, similares al algodón en consistencia, y usarlos para enlazar cáscaras de semillas y otros subproductos para formar bloques premoldeados.
Bayer y McIntyre fundaron la compañía Ecovative Design hace cinco años, que logró entrar de manera exitosa al rentable mercado de las alternativas ecológicas a la espuma de plástico. De hecho, los socios planean ampliar su línea de productos y abarcar desde zapatos a parachoques de autos.
Puede sonar algo ambicioso, pero hace seis años Bayer y McIntyre eran estudiantes del Instituto Politécnico y cultivaban hongos bajo sus camas para un proyecto. Hoy, su empresa duplica con creces ese espacio de producción y hace muy poco anunciaron un acuerdo con Sealed Air Corp., la empresa de empaques conocida por el Bubble Wrap.
El micelio se introduce en trozos pasteurizados de cáscaras de semillas o tallos de plantas. Más tarde esa mezcla se coloca en moldes de plástico con la forma de las piezas a empacar.
Durante cinco días, millones de hebras de micelio crecen en torno y a través de la materia vegetal, como una especie de adhesivo. Luego la pieza se seca con calor. Como el micelio ha sido clonado, no hay esporas que puedan causar alergias. En teoría, el producto final es comestible, aunque no luce sabroso. De todas formas se recomienda no comerlo.
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Fuente: Los hongos también sirven de material de empaque (Associated Press)