Lifestyle

Columna: ¿Cuáles son los beneficios de la minería en Chile? ¿Existe alguno?

El colmo de colmos es que el supuesto “sueldo de Chile” nada más sirva para aumentar armamento bélico, secar napas subterráneas, afligir energéticamente el país y contaminarlo gravemente, todo con el royalty más bajo para no “ahuyentar a los inversionistas”.

Ya se ha anunciado que en mayo el Ministerio de Agricultura tiene planeado “sembrar las nubes” para que llueva, pues resulta que existe una gravísima sequía que afecta  de la III y la V región, además de la VII del Maule, lo que suma unas 90 localidades. Pero nada se ha dicho del porqué de esta sequía.

PUBLICIDAD

Las voces de alerta acusan a la intocable industria minera, esa que se hizo célebre gracias a Baldomero Lillo y su realismo social en las obras Subterra y Subsole, donde retrata descarnadamente cómo a comienzos del siglo XX, esta glorificada actividad, carcomía la vida de quienes oficiaban de mineros. Algo no tan anacrónico si pensamos en lo reciente de los 33, el derrumbe en la mina San José, y el cinematográfico rescate, que nos hizo a todos olvidar porqué había sucedido el accidente, y todo lo relacionado a las subcontrataciones.

La Minería requiere de grandes cantidades de energía, razón fundamental de la construcción de hidroeléctricas y termoeléctrica a distancias siderales de donde se encuentran ubicados los yacimientos. A parte, produce un daño medio ambiental escandaloso, más si se trata de la minera del estado.

Presencia de metales como plomo, cadmio, niquel, cromo, arsénico y zincfueron encontrados en las 14 escuelas de Puchuncaví, ubicada en la Región de Valparaíso,  tristemente conocida por el caso de la escuela la Greda, donde niños fueron afectados por daño neurológico, a causa de una nube tóxica manada de la fundición de la Corporación Chilena del Cobre, Codelco, y por la que fueron formalizados dos altos ejecutivos de la cuprífera estatal.

Pues bien, ahora todo apunta que la real culpable de la sequía sería esta actividad productiva característica de este “Chile cobre y mineral”. Ésta, a estas alturas, insustentable forma de abultar las arcas más privadas que fiscales, necesita una cantidad de agua tan grande como de energía, la cual es extraída de napas subterráneas que secan el lecho de los ríos sin posibilidad de que pueda ser subsanado con el tiempo.

Por ejemplo, Pacualama, ese nuevo país entre Chile y Argentina, bajo la explotación de Barrick Gold, ha causado un daño total en los glaciares Toro 1 y 2, causando la sequía y contaminación del río Huasco .

Y accidentes everywhere, como el ocurrido hace 5 meses cuando se derramaron cinco mil litros de concentrado de cobre al río Blanco, afluente del río Aconcagua, desde la planta de filtros de la División Andina ubicada en el camino de acceso a Saladillo (localidad de Los Andes).

PUBLICIDAD

Y todo esto sucede sin sanciones siquiera, puesto que El Código de Aguas chileno es  uno de los más liberales del planeta. Además, los derechos concedidos superan la capacidad hídrica existente.

“El Código de Aguas define el recurso como “bien nacional de uso público” y “bien económico” al mismo tiempo, y autoriza la privatización del agua a través de la concesión de derechos gratuitos y perpetuos“, dice María José Riquelme, experta en desarrollo sustentable, y representante en Chile de Niagara Conservation, proveedor de servicios para la conservación del agua y la energía.

Y es así como, por ejemplo, el grupo Luksic, y su Minera Los Pelambres, tiene manga ancha para hacer uso a libre demanda de los ríos endorreicos de la cuarta región. Y cómo no, si la minería, incluso la estatal, no tiene ningún parámetro de cuidado de los recursos agotables, el impacto en las comunidades y la salud del ser humano, los animales y el medio ambiente.

El tema radica en que la minería  aporta alrededor del 18% del PIB y un tercio de la recaudación tributaria. Es así como el denominado “sueldo de Chile” -injustamente pues la distribución de estos recursos recae fundamentalmente con un 10% de las utilidades, a las Fuerzas Armadas, no a salud, educación y vivienda- es una actividad todopoderosa, a la cual no le entran balas de ningún tipo.

El reportaje de Ciper Chile, Royalty: Los millones de dólares que Chile regala a las empresas mineras, de Marcela Ramos, habla de que las mineras han obtenido utilidades en los últimos años que se empinan por sobre el 50%. En 2010, sumaron US$14.300 millones y en el primer trimestre de 2011 registraron un alza de 64,7%.

Esto dado a que cuenta con el royalty más bajo del mundo, por la suposición de no “espantar la inversión foránea”, en donde se ha diseñado la “invariabilidad tributaria” hasta el 2017 según lo estableció el gobierno de Lagos Escobar y que luego Piñera amplió hasta 2025.

Esta actividad no otorga verdaderos beneficios a las localidades donde se ejerce, causando deterioro más que progreso, y como colmo de colmos, producto de la sequía que conlleva, el costo de las hortalizas, frutas y verduras, claves para la vida saludable, se encarecerán, afectando el alicaído bolsillo de los ciudadanos chilenos.

O sea, para ser sinceros, el asuntito del sembradío de nubes, es simplemente un blufeo, como tantos otros, para parchar el gran y evidente impacto ambiental que causa la manera irresponsable e insustentable de hacer las cosas, digamos, a la “chilean way”.

 Fuente: Industria Minera: el responsable de la sequía al que nadie apunta (El Dinamo) 

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último