Lifestyle

Tortugas amazónicas en peligro por construcción de represa Belo Monte

El conjunto de más de 100 islas que componen Tabuleiro do Embaubal, en el tramo final del río Xingú, es la principal area remanente conocida para la reproducción de las tortugas amazónicas.

El conjunto de más de 100 islas que componen Tabuleiro do Embaubal, en el tramo final del río Xingú, Amazonia oriental (Brasil), es la principal area remanente conocida para la reproducción de las tortugas amazónicas.

PUBLICIDAD

Miles de hembras se juntan en este lugar en septiembre y octubre, en particular en la playa de Juncal, para excavar la arena, poner sus huevos, tapar el nido y volver al río.

Este bello espectáculo, que un día espera atraer turistas y así promover la defensa de la naturaleza local y generar recursos, provoca que las tortugas sean hoy vulnerables a la acción de cazadores; éstos, a pesar de las fuertes multas y penas de cárcel, insisten en extraer huevos y matar quelonios para aprovechar la alta demanda y buen precio de su carne y huevos. Es por eso que en el período de estiaje, que comprende entre junio y noviembre, la población local amazónica intensifica el control de las playas.

Agrupaciones civiles, en conjunto con trabajadores particulares contratados por la empresa medioambiental Biota (en acuerdo con la alcaldía de Senador José Porfirio, municipio en el cual se encuentra Tabuleiro) y el Consorcio Norte Energía (empresa que ganó la concesión de la hidroeléctrica de Belo Monte), se encargan de patrullar las playas y cuidar la integridad de los nidos.

Consorcio Norte Energía, que sólo apostó hombres a patrullar las playas para cumplir con las exigencias de vigilar y mitigar los impactos de sus proyectos en la zona, no ha explicado nada a las agrupaciones medioambientales que trabajan en el área sobre cómo las represas incidirán en los hábitats y el plan de manejo que tienen al respecto.

Uno de los grandes temores es que baje el nivel de las aguas, haciendo que las islas experimenten “inviernos” más secos. Eso provocaría que los igapós (áreas boscosas inundables durante la crecida) queden sin agua, y por ende, los quelonios sin un lugar donde alimentarse.

Juarez Pezzuti, biólogo de la Universidad Federal de Pará, declara como “poco probable” la hipótesis de los ecologistas. Indica que el caudal del Bajo Xingú, tramo de 220 kilómetros entre Belo Monte y la desembocadura del río, está determinado por el río Amazonas, que recibe sus aguas y las de toda su cuenca de más de 1.000 ríos.

PUBLICIDAD

El río Amazonas, mucho más caudaloso que su afluente, opera como una barrera de desagüe. Es por eso que las aguas del río Xingú sólo bajaran más de lo normal si ocurre lo mismo en el Amazonas. Lamentablemente eso también reviste un problema. Existe la posibilidad de que las aguas menos veloces del Bajo Xingú “se vuelvan más acidas”, debido a la posible acumulación de materia orgánica podrida, lo que afectaría a las especies más sensibles y reduciría la biodiversidad local.

Consorcio Norte Energía niega la posibilidad de tal impacto y sólo reconoce una “influencia indirecta” de Belo Monte en áreas que no serán inundadas, pero que, de acuerdo a ecologistas, sufrirán graves daños, como la Volta Grande; un tramo fluvial rocoso de 100 kilómetros al que se le desviará parte de su flujo para alimentar el embalse de Belo Monte.

Pezzuti advierte que la represa retendrá sedimentos que son importantes para mantener las playas de Embaubal, de cuya altura depende el éxito reproductivo de las tortugas y otros quelonios.

A los enemigos corporativos, se suma la posibilidad de crecidas del río antes del nacimiento (desove), por lluvias fuertes y anticipadas. Aún así, el gran peligro lo revisten cazadores y comerciantes “de afuera”, que se encargan de abastecer grandes ciudades, como Manaus y Belém.

Las personas que resguardan Embaubal son civiles, empleados de Biota o funcionarios de la alcaldía. No tienen facultades policiales y cuentan con pocos recursos para la misión que se han propuesto. El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA), que poseía esa autoridad, transfirió sus funciones en el archipiélago a una fundación privada que dejó abandonada la tarea hace dos años y medio.

Es de esperar que así como el gobierno de Brasil se ha propuesto investigar el pasado y aclarar las violaciones a los derechos humanos, para así lograr una reconciliación con su historia, tome alguna acción concreta para proteger la biodiversidad del Amazonas, sus habitantes y el futuro.

Fuente: Belo Monte y depredadores amenazan tortugas amazónicas (IPS)

 

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último