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Tómese esa copa, esa copa de vino

Los antioxidantes provenientes del vino son ácidos fenólicos, cinámicos, derivados de tirosina, estilbenos, flavonoides y los taninos de los vinos tintos.

El gran responsable de entonar “Este farol no alumbra/no alumbra este farol” y entonarse al son de su ritmo, es el resveratol que se encuentra presente en la uva, transformando al vino, en un brebaje que previene enfermedades degenerativas propias del envejecimiento como el  Alzheimer.

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Así lo aseguró un estudio de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, que además indicó que el vino también previene ciertos tipos de cáncer.

Los antioxidantes provenientes del vino son ácidos fenólicos, cinámicos, derivados de tirosina, estilbenos, flavonoides y los taninos de los vinos tintos, sustancia natural, astringente y amarga que proceden de la maceración de la piel de la uva, las cuales se le asignan propiedades de mejora cardiovascular.

Por otro lado, su aporte nutricional no varía significativamente entre el vino tinto y blanco y cada 100 ml de vino contienen, por ejemplo, 84 calorías, 0,07 proteínas y 8mg de calcio. A esto se suma 5 mg de sodio y Vitamina B-6, 0,054.

Finalmente El Temucano no se equivocaba y estaba bien que le gustara el vino “porque el vino es bueno”, claro que haciendo eco de la extinta banda chilena Parkinson, por el vino podrían suceder algunos daños colaterales, de los cuales podríamos arrepentirnos en el futuro. Por eso, a no caerse al litro, ni ha creerse Dioniso así no más por la vida.

 VíaAseguran que tomar vino ayuda a retrasar el Alzheimer Publimetro

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